TOTALMENTE INCOMUNICADO POR DECIR LA VERDAD


 


Para que haya sido baneado de todos los chats del planeta, debo estar enfrentándome al ser más despreciable que jamás haya existido, porque hago uso de mi libertad de expresión, digo lo que pienso, sin obedecer a nadie, ni sentirme debajo de nadie, no soy esclavo de nadie y, por esa razón estoy escribiendo ahora, para expresar mi queja, si es que los que escriben en blogs, lo hacen para agradar a sus lectores, yo no pienso en ello, dejo liberar a través de mis palabras lo que pienso, callan los demás. ¿Se llama a eso ser libre? Yo puedo decir que sí, porque entiendo, a mis 49 años, persevero en un intento de vivir de la literatura, aun sabiendo que el planeta entero conspiró para que dejara de escribir, siendo ello lo que motivara a que escribiera hasta el momento 11 libros, publicados en Amazon, sin tener una ganancia que llegue a los 8 dólares. Porque si mi sueño no se realiza, el sueño de ustedes tampoco se hará realidad, si así entiendo, he superado todos los rituales exigidos para reclamar a vivo derecho, el ejercer el oficio que he elegido y no me ha impuesto un sistema donde todos reciben órdenes y nadie piensa por sí mismo.

Se me negó el derecho a tener mujer desde que vine a este planeta y, cuando la tuve, me convencí que era maltratado y humillado, lo cual comprendí de inmediato, no era amor, sino, el despecho de alguien que nos odia a nosotros los varones, así, empecé a pagar por tener sexo y, tuve muchas mujeres, las necesarias como para enterarme y corroborar lo que siempre pensé en relación a la intimidad femenina, hasta divulgar lo que es callado por todos los varones: la menstruación y todos sus misterios, hasta romper la regla que unió a las mujeres con la luna.

Porque si bien hace años, un policía me dijo: “te entiendo, has tenido una mujer de trasero blanco que fue tuyo las veces que quisiste, pero cuando ya no hay confianza, cuando te han sido infiel, la relación ya no funciona, claro que te entiendo, también he pasado por lo mismo”, si es que me remito a esa noche donde destruí la afirmación por parte de las feministas que todo varón es feminicida, cosa que en mi caso no fue así, porque pedí ayuda a la policía para que esa mujer no volviera a meterse en mi vida, siendo así que después de un tiempo de duelo, donde me aboqué a leer sin drogarme o echarme a beber de bar en bar, empecé a pagar por sexo a centenas de trabajadoras sexuales y disfrutar de mujeres infinitamente hermosas, de todas las razas, siendo totalmente sumisas, esclavas, femeninas en la cama, dispuestas a complacerme en todo lo que pidiera, para a cambio, entregarme sus sabidurías, sin reparo alguno, en relación a un sexo que aprendí a disfrutar, sin volver a sentir celos, ni deseos de retener a ninguna, porque empecé a compartirlas con mis amistades, entendiendo que yo amo al placer, a cada mujer que se me entrega, si es que sé que son felices después de todos los orgasmos que sienten conmigo, si es que aprendí a reconocer sus orgasmos y así, escribiera miles de escritos, propios de 3 biblias, y varios libros sobre el sexo de los varones que no otorgamos derecho a nadie, ni exigimos lo mismos de parte de las mujeres que se entregan a uno.

Por ello, recuerdo los días en que entrando a salas del extranjero, para ser preciso, de España, me diera con la sorpresa que era leído por las que estaban en el chat, mientras me echaban en cara si yo no era el varón que escribía todos los días sobre sexo y que ahora estaba silenciado, que había perdido el aliento propio de los que no desmayamos en escribir sobre lo que nos apasiona. Así entendí que mujeres que odian a nosotros los varones, me echaban en cara que me había quedado sin literatura, mujeres a quienes nunca veré en persona y que se jactaban de varones que como yo, decíamos a viva voz que habíamos hallado la felicidad, ante el asombro de estas mujeres que decían que eso era imposible, que la felicidad no existe, llegando yo a decir que no podía vivir sin las mujeres, afirmando ellas que lo aceptaba, que las necesitaba, mientras abusaban del COVID-19, como plan para exterminarnos a nosotros los varones, para procrearse con animales y traer a este planeta a una nueva especie de homínido, entiendo, la degeneración es total, por lo que pienso, si he sido baneado de todos los chats del planeta, es porque me estoy enfrentando a un ser monstruoso que no tolera que pueda elegir a la muchacha que desee y se me entregue, porque sé, he vuelto a romper todos sus planes, porque conmigo nadie ha podido, ni la mujer más hermosa de este planeta, por ser el Escritor más viril por antonomasia, si acaso así es mi fama, y mi desprecio a este ser monstruoso que sé, me ama, y que yo desprecio, porque dejo por sentado que es el varón el que elige a la mujer que desee, y no ellas, las que quieran seguir dominando un planeta, donde he revelado todo lo que se tiene que saber sobre las mujeres en relación a su intimidad, su menstruación y, la reivindicación a nuestro derecho a decidir si nosotros queremos ser padres, derecho usurpado por milenios por parte de las mujeres, que ahora, ya no tienen esa libertad, si acaso debo reiterar, soy el varón que rompió el enlace entre la mujer y la luna.

 

Julio Mauricio Pacheco Polanco

Escritor

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