EL ESCRITOR QUE ES AMADO POR DIOS
Supongo que la muchacha aún piensa en su padre,
en la dura experiencia de la pandemia
En por qué dejó su casa,
Dios sabe que todos cometimos muchos errores
Y también sabe que el camino que recorremos es
un volver a empezar
Y que solo pocas personas desarrollamos un
grado elevado de consciencia
Que la mayoría de personas se quedan estancadas
en cierto nivel de aprendizaje
Y terminan por decir: hasta aquí llegué
Que en mi propia ciencia, he entendido que mi
misión
Es escribir sobre las mujeres, porque ellas lo
han pedido
Como se pide a un poeta que escriba cosas
reales
No frases bonitas, sino, historias donde ellas
dejen de soñar con aquello que tanto les duele
Si en esta tarea el amor no logra resolverse
Como las primeras enseñanzas a los niños que
contemplo con alegría de victoria
Como los besos volados que le doy a mi madre
cuando se asoma desde la ventana para saludarme
O los platos que tanto le agradan a mi padre y
que con buen ánimo le preparo
Si así vuelvo a pensar en la muchacha que dejó
a su padre
Y en todas las derrotas de las personas que no
pudieron con sus propios destinos
Si fui apartado de todo mal en el momento en
que el mal reinó en el mundo
Y para eso estoy aquí, para dar gloria y honor
y Mi Señor
Que en el momento de la Verdad
Como gran Maestro estuvo a mi lado, para que
testimonie de él
En estas tardes de lluvia, donde las personas
siguen buscando respuestas
Mientras desde donde estoy, otra es la
dimensión que disfruto
Como recompensa por haber sido fiel y, debo
agregar, con la ayuda de las divinidades
Porque de otra forma, sería igual que la
muchacha que hasta ahora no se atreve
A pedir disculpas a su padre anciano a quien
dejó
Cuando estuvimos todos contra todos
Cuando creímos, era el fin del mundo.
®Julio
Mauricio Pacheco Polanco
Escritor y Pensador Libre
Arequipa, Perú
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