POLÍMATA ENTRE TODOS LOS HORIZONTES DEL TIEMPO



 

Y a esta hora de la noche, querer conversar de cosas triviales y no profundas, no relacionadas con todo lo ignoto que nos fascina, dulce locura y extravío donde sabemos, no podemos comprenderlo todo, pero atraídos en la seducción del saber, el empeño es irresistible ante el cansancio propio de los que escriben hasta dejar el último aliento, los que devoran libros y dudan en dar uso a las horas del día y la noche, entre los cuerpos de las muchachas, o los textos, los documentales con imágenes preciosas, la búsqueda de las historias perdidas de otras épocas que, queriendo saber de éstas, el tiempo se hace como un universo que se propaga hacia todas partes, en la línea de la historia de quien observa hacia todas partes desde un solo lugar, calando un cigarrillo mentolado para sosegar y dar calma al entendimiento, aburrido de los placeres, de todas las formas aprendidas para hacer el amor, de los rituales propios donde las muchachas se convierten en el verbo de uno, hasta dejar de existir ellas y ser solo cuerpos donde uno se adueña hasta del alma, como visiones perpetuas que hablan del amor, del goce que ellas buscan en otros amantes inútilmente, las palabras donde el amor soy yo en otros ojos, otros miembros viriles, vagos orgasmos de maestros torpes que no entienden mis escritos, si mis ojos ahora se posan entre hace 10 millones de años y el miedo del futuro, del devenir que es duro aceptar y ante el cual solo queda adaptarse, que en soledad perfecta, es mi voz interna y mis pensamientos, lo que me proponen estos, reflexiones que me unen a Dios, hago un alto en mis estudios, para escribir esto que olvidaré también pronto, que del estudio nada nos queda, solo los hechos que perduran, vivas imágenes sentidas, para buscarme en el pasado, en otros rostros o personajes, entre sentirme extasiado, saciado, agradecido por lo que se conoce, decisión personal de no querer formar parte de la gran obra de las mujeres, no dejar simiente por saber que mi aprendizaje es imposible y sea el varón que de mis genes quieran vea luz, fuera más intenso que yo y por tanto, rechazo la condena y culpa, en mi negación a los pedidos del destino y los fracasos de eros o la derrota del amor, que bien sé, estos años de transición generacional, corresponden a la sabiduría precedida por una era que acabó sin que hable de mí, sino en general, si hay otro horizonte para el cual he sido invitado y, en mis ejercicios de soporte emocional, esté advertido que las realidades serán distintas en pocos años y, como testigo del pasado, escriba desde el tiempo de mi memoria y experiencias y, lo que tenga que suceder sin que en nada intervenga. Así, aspirando a la visión universal, antes que se nos impongan otras visiones o puntos de pista forzados para contemplar al mundo, mi Dios me ha otorgado el saber y poder de tener compañeras sumisas que me atiendan cuando el descanso sea necesario, dentro de la imposición de mi mente en ellas, para así poder confiar hasta en el aire que respire, si mis horas sean para entenderlo todo fuera de cualquier inevitable nuevo orden, donde en el uso de mi pensamiento libre, aprenda el arte del silencio, para no adueñarme del alma de las demás personas y así, mis obligaciones sean solo para con mis estudios y estos hallazgos difíciles de citar por ser innecesarios, a razón que las palabras en los textos no dicen todo lo que deben decir, sin temor alguno a ser egoísta en esta labor de escribir, por abnegarme ante el derecho de quienes sean mis iguales cuando todos seamos inmortales, y en ese tiempo donde la mayoría se extravíe más, me encierre para el mundo, por saber lo vano que es explicar ese momento de la historia que bien comprendo, este momento o los que vengan, que como esperma, lo que escribo sin ser entendido, expulse como higiene mental, advierta a mis lectoras no leerme más, que de hacerlo, han de entrar a otra parte que fue buscada desde las primeras preguntas antes que se empezara a hablar, cuando el homo sapiens entendió su privilegio de estar conectado con la mente que nos da claridad y arrastra hacia la sabiduría, sin que opongamos resistencia alguna, antes de que mis lectoras sepan, el universo está en mis pensamientos y que todo lo real, solo es real desde el ángulo con el cual se les hayan educado para entender lo que se ve, si el mío es propio, como voluntad aprendida de mis maestros elegidos por instinto, por elección, si la fecundación de mi alma entre por los ojos de mis lectoras, y ahora no esté solo sino acompañado de ustedes, percatadas de mis privilegios, cuando nunca nada estuvo coherente, y en mis afirmaciones, no sean estas palabras respuestas sino aventuras que rompan bloqueos mentales, para llegar hasta donde antes otros temieron, y en mi morada, cercano siempre a Dios, los deleites que conozco, viven dentro de ustedes, como yo vivo dentro del tiempo, en medio del laberinto de todo lo que ocurrió en la historia y entienda bien, el fuego de esos fluidos vaginales que les están cercanas a los espasmos que pocos varones conocieron de ustedes, estallen en delirios de felicidad y goces, como lo es cuando se trata del placer y la sabiduría, el fecundar mentes, La Nueva Gran Obra.

 

©Julo Mauricio Pacheco Polanco

Escritor y Pensador Libre

Arequipa, Perú

9 de febrero del 2022

 

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