DÍAS Y RUTINA

 

Despertarse para lavarse los dientes con el vivo olor a sexo de madrugada

No es necesario peinarse o no hay tiempo para ello

La facultad espera con libros y discursos reiterados, siempre se habla sobre lo mismo

Lo peor sería estar incomunicado, caminar por las orillas del mar en soledad

Y escribir como poseído para pasar a la historia como un maldito

Te dan dos opciones, ser tonto y feliz o ser brillante y loco

Las dos propuestas son siempre rechazadas, nadie quiere las dos cosas

Otra generación que se halla perdida

Para hacer lo que todos hacen: dinero

Ella huele a orgasmos y fastidio, esto no es todo dice

La ropa de siempre, los pasos apurados y desganados

Como si se peleara contra algo sin saber para qué

Mear en el baño, defecar y tener el culo con olor a mierda entre los pendejos

Los olores son comunes entre personas que tienen sexo y los que se masturban

En los salones de la facultad no hay nada nuevo para tener esperanza alguna

Un muchacho acaba de declararse gay y una muchacha lesbiana

Y parece que son felices con ello

Las prostitutas están entre los jóvenes que pueden ser rebeldes

El sexo calma la furia del existir

Así la ciudad está tranquila y libre de agitadores

No se desayuna salvo sea el desayuno un sexo aburrido y sin ganas

Se espera con impaciencia que acabe la tarde para irse a beber

Las evasiones impiden que los jóvenes piensen

Un sabor amargo en el paladar y una depresión por los errores del día

El primer trago y las risas como los territorios marcados

¡hey, esa muchacha es mía esta noche!

Si es de todos, alguien le dice, y así es siempre

Si al menos tuviéramos una nueva muchacha a quien proclamar nuestra reina

No hay nada para inventar en el amor o el sexo o lo salvaje

Se ha envejecido todo de golpe

Circulan los poemas del demente que a esta hora camina solo por las calles

No es lo que ha escrito, es esperar su desgracia, eso anima a los muchachos

Un poema más, un desperdicio de vida

Otro libro en el estante para rendirle culto

Hasta que aparezca otro elegido que nos enseñe otra forma de locura.

 

©Julio Mauricio Pacheco Polanco

Escritor y Pensador Libre

Arequipa, Perú

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