EN EL 2020 EN PERÚ HUBO
TERRORISMO DE ESTADO
No crean mis lectores
que no conocí la vida
Claro que la conocí y
esa es mi mayor condena
Porque bien podría
lamentar el nunca haber sido dichoso
O haber ignorado de los
placeres que entrega este mundo
No, para nada, que todo
exceso ha sido mío
Entonces, ¿por qué mi
quebranto?
Porque en el frenesí
del escritor feliz, que es efímero como todo
Tuve que desengañarme y
desmentirme como nos ocurre a todos
Y volver tras los pasos
que creí, fueron vencidos definitivamente.
¿esto es ser sabio?,
convencerse que lo que uno proponga no es suficiente
Ser sabio para mí ahora
es decreer del ser humano
De todo lo que ha
pasado desde el 2020
Y cómo se desgració el
ser humano, si es que para eso estoy vivo
Para no dar una sola
mano a quienes ahora se jactan de estar vivos a costa de muchos muertos
Si vieron en la
pandemia un gran negocio en medio de muchas muertes que quedarán para el olvido
Porque hasta ahora recuerdo
la orden de disparar a todo aquel que saliera de casa cuando hubo toque de
queda
Cuando el presidente
decía que el virus estaba hasta en el aire
Cuando nadie podía
acercarse a menos de 2 metros de las personas
Mientras que, en el
resto de la ciudad, la gente hacía lo que le daba la gana
Y las redes sociales
atormentaban a quienes decidieron dejar de seguirlas
No puedo olvidar los 4
intentos de suicidio que pasó mi padre cuando no soportó que nos tuvieran
presos en nuestros propios apartamentos
O que los periodistas
se prestaran para el terrorismo de estado que hubo en Perú
O que los ancianos
reclamaran en los hospitales sin que nadie les hiciera caso
O cuando reclamara por
mis derechos humanos en farmacia de un hospital
Los farmacéuticos se
rieran de mí macabramente
Cuando habían
silenciado a todo el pueblo peruano bajo amenaza de ser internados en esos
hospitales donde iba la gente a morir.
No, para nada puedo
decir que no he sido feliz
Pero no pueden negar
que en mi memoria guardo los días de terror
Hasta aquella mañana en
que me armé de valor y abrí la puerta del apartamento donde estaba encerrado
con mi padre
Y vi a la ciudad como
si se vivieran fiestas navideñas o fiesta patrias
Mientras usaba el
cabello largo
Y el resto del Perú
hacía su feria en plena pandemia
Disfrutando del terror
sentido, por los que acatábamos la ley.
©Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor y Pensador
Libre
Arequipa, Perú
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