LA GRAN OBRA

 

No se interponen ni logran detener a los señalados

Ni los besos embrujados que desquician con pestes incurables

Ni las maldiciones que fracasan a lo que generacionalmente es más fuerte

O estás con el aliento del que sueña bajo la sombra de Nuestro Señor

O te apartas y te ocultas dejando el paso libre

Los ojos que en ensueño advierten al ser que será un día

En su destino triunfante muchos libros de estudio imponen

Todos los maestros se prepararon para quien deba llegar a su momento

Y cada palabra suya fue cada palabra para todos, para el que aún queda

Los encantamientos de arpías perdidas yerran antes de llegar al corazón

No hay saber superior cuando el amor está escrito desde que empezó todo esto

Las lecciones de los que erraron fueron sacrificios para la mejor de las experiencias

Y antes de partir de este mundo, los pioneros mencionaron sus nombres

Y en paz se fueron con fe en el mañana donde La Gran Obra sea consumada

No podrán los siglos o las tribulaciones detener lo más fuerte

Hace tiempo se consumó el plan que debe ser en las oraciones de las muchachas

Historias tras historias todos dejaron un antes y un después para los atentos

Cualquier camino fue pensado en el propósito que es de todos

Y antes de empezar las grandes hazañas entre buenos y malos

Se dio un silencio en la esperanza que llegue ese día

Porque estamos todos aquí rogando porque lo que es iluso sea real

Que entre las manos de los ángeles infames y los protectores

Los brazos más fuertes siguen derribando todo

Para cuando ellos se encuentren y el universo que espera esto desde siempre

Sepa para qué fue creado, ante su razón de ser

Y por fin poder estar complacido, si así escribo en adelanto

Entre los llantos de todos los fracasos y renuncias

Cuando se intentó amar y no se amó, por no saber amar

Por amar sin saber amar, por amar con miedo y con desesperanza

Viejo libro que será escrito cuando los astros cansados lleguen por fin

A la ruta que advierta el momento que deba llegar

Y que nadie podrá evitar, cuando se unan, las fuerzas del bien, las fuerzas del mal.

 

©Julio Mauricio Pacheco Polanco

Escritor y Pensador Libre

Arequipa, Perú

 

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