MI ORACIÓN TESTIMONIADA
Oré, oré, incansablemente oré
Y aquí estoy,
Porque oré
Y fui escuchado.
Veo en mi entorno lo que se me ha concedido por mis
oraciones
Y sé que no puedo hacer nada por el resto del mundo
Si he entendido que las oraciones son personales
No las peticiones de uno para todos
Sino la necesidad de uno,
Así, la oración es personal y de decisión propia,
Así hace caso Dios a quienes le llaman
Sin necesidad de saber su verdadero rostro o Nombre,
Oré, oré y aquí estoy
Para testimoniar como es mi deber
Y decirles a mis lectores que la oración es una
decisión personal
Que nace de necesidades, anhelos, que no deben ser
orientadas por nadie
Nace del corazón por voluntad propia
Desde el yo donde somos todos en comunión con Dios, si
Él es el Yo
A partir del cual todos nos acercamos a sus misterios
Para los años cuando todo sea esclarecido
Si esclarecido estoy
Y contento en mis alabanzas
La esperanza está en mi corazón
Como voz suave de niño alegre e inocente
Que con su gracia agrada a Dios
Que ya hecho hombre, tomo de los placeres dados para
ser feliz
Si en las muchachas están los caminos para volver con
fuerza por lo antes recorrido
Esas certezas que solo uno entiende
Sin que imponga en mis oraciones o versos
El destino a otras personas
Que en la libertad de elección
Los caminos que se abren en medio de lo desconocido
Serán siempre inevitables para quien fuera
Si cada uno de nosotros es un camino por conocer
Y que nadie antes ha recorrido
En todos los términos propios de lo que es auténtico
De esta gran aventura que es la existencia
A la cual se nos ha invitado, hasta que sea necesaria
nuestra presencia
Antes de partir si es que partir es otra forma de
pensamiento elevado
Donde se concluye nuestra estancia aquí
Y preparados, podamos disfrutar de este largo viaje
que no acaba, no cesa
En lo propuesto por La Gran Obra, cuando ésta sea
entendida.
®Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor y Pensador Libre
Arequipa, Perú
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