RUTAS PERDIDAS
Una avenida larga sin
gente, he prendido un cigarrillo para ver aún mi aliento
La muchacha de cabello
rojo me cansó definitivamente,
Cada vez que hago el
amor con ella es desagradable,
La muchacha de cabello
negro es una mujer gastada para el amor,
Doy algunos pasos sin
rumbo, aquí no hay placer ni amor
Mi billetera está
vacía, a eso le llaman ser honrado,
Es otra noche para la
soledad, para las palabras calladas, el silencio.
Recordar los engaños a
los cuales nos sometieron a todos
El sueño se desvanece
con un mendigo en la avenida sin haber comido hoy
Fue mejor no tener
hijos ni mujer a quien soportar
¿alguien encontró el
amor en esta vida?
Es una experiencia
pasada y estropeada, eso pienso
Volver a casa y saber
que allí nadie me espera
Observar los viejos
libros y saber que no sirven para nada
Prepararse algo de
comida china sin pensar en lo ocurrido en el 2020
Nada bueno para
rescatar del día
-¡hey!, ¿eres el hombre
libre?-
Escucho una voz lejana
que se ha quedado en mi memoria
La gente aprendió a
vivir con desconfianza
Las monedas están sobre
la mesa, en los bares no sirven vasos de soda
Los que escriben no
consumen agua de soda, solo quieren embriagarse
Han leído demasiado y
no han escrito nada
Pienso en los cuerpos
de las muchachas que están ausentes
En que eran solo para
el momento, como lo fui yo
Ese fue el trato, y
ahora no tengo con quien conversar
Aquí nada fue resuelto,
existimos sin saber por qué
La gente se cansó de
orar, se dio cuenta que eso no resulta
Pruebo un poco de mi
café servido sobre la mesa
Enciendo el ordenador
tratando de ordenar mis ideas
El placer suele parece
como un castigo cuando no se tiene mujer con quien disfrutarlo
A mis 50 años no puedo
conversar espontáneamente con una muchacha
Salvo sea prostituta, y
de esas ya no hay en la ciudad
Me siento atrapado y
sin poder ver por ningún lado la salida
Sé que esto es igual en
todas partes
Pongo algo de blues
pensando en los días felices
Tomo las pastillas para
dormir que solo me durarán pocos años
Me espera la vesania o
la libertad
Sigo pensando que no
debí venir a este mundo
Pero supongo que la
única culpable es la felicidad.
©Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor y Pensador
Libre
Arequipa, Perú
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