SABIDURÍA DE LO OSCURO
Al irse el día, hay una
penumbra que es necesario apreciar
Es el despedirse de las
horas vanas donde nadie halló nada
Horas de oficina o de
fábricas, de hospitales o de viejos
De ventas fallidas o
calles llenas de jóvenes que aprenderán vanas cosas
Veo mi celular y mi
billetera, solo hallo los mismos números de las muchachas
A las cuales ya no
deseo hacer el amor
Esa penumbra debe ser
como las puertas hacia un lugar hermoso
Debo estar cercano a
otras experiencias, emociones que me revelen cosas nuevas
Tomo mis pastillas para
no pasarme toda la noche escribiendo
Mientras en las playas
las personas parecen hechizadas por los ocasos
El silencio no es un
ritual sino un espanto
Un miedo de saber que
estamos aquí y un ser superior nos observa
Temiendo por lo que se
le ocurra hacer con nosotros
Así es el temor a Dios,
el temor de la humanidad que se contenta con poco
Lo poco es muy valioso
como escribir en este momento
Ahora qué nos espera,
me pregunto mientras ciudades son bombardeadas
Ese televisor está hace
años apagado y parece no servir para nada
Se marcha el día y
prendo el foco para abrir espacio a otros umbrales
Esta noche hay Luna
creciente para los amantes
Una pareja de
enamorados discute sobre cosas inútiles
Aún ignoran de los días
de los deberes y la esclavitud
He recordado un letrero
donde se reclama el derecho a abortar
Pienso en el derecho ganado
sobre la menstruación, pero nadie dice nada sobre eso
A lo lejos se ven nubes
rojas intensas, en ese lugar aún debe haber Sol
Canta feliz desde You Tube
un hombre que ha descubierto recién el amor
Y cree que responde con
eso a todo
Al menos me toca
agradecer que no nací en los tiempos de los Mesías
En desiertos donde se
impuso a los jóvenes ser salvadores que morían en cruces
Nací más bien en una
generación donde éramos sanos y jóvenes
Entre el terrorismo y
la dictadura
Nadie elige su destino,
eso lo tengo claro
Nos usan a todos, y si
uno es viejo, muere sin que nadie diga nada
Un plato de sopa para
calentarlo, huevos, pollo y fideos con papas
Café para acompañarse
con cigarrillos mentolados
Y rostros que ya no
dicen nada, entre silencios donde se está a punto de explotar.
©Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor y Pensador
Libre
Arequipa, Perú
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