AREQUIPA, LA CIUDAD MALDITA
Caminar por la ciudad y encontrar a una cuadra de una
Comisaría
A un hombre alto y robusto desnudo y muerto en plena
vía pública
Una Comisaría que queda en el Cercado de la ciudad
Ante la mirada de gente indiferente.
Caminar por las calles de la ciudad, y ver ancianos de
buenas familias
Pidiendo limosnas, la razón: repartieron en vida sus
herencias
Y sus hijos los botaron como perros a las calles.
Caminar por la ciudad, y ver a dos adolescentes
tomadas de la mano
Como si fueran enamoradas, pareja, lo que son en
realidad
Esto a plena luz del día, esto no ocurría aquí.
Mucha gente que requería de oxígeno nunca supo que
Murió intoxicada al inhalarlo y que sus parientes
querían eso
Matarlos para reclamar sus herencias
Aquí no existen los Derechos Humanos
Ni existe La Ley si los que gobiernan saben bien de
esto y son indiferentes
Hoy domingo el sacerdote hizo misa casi al medio día
Pretendieron hacer una procesión por toda la zona
donde vivo
Los piadosos no aguantaron y se dedicaron a beber en
menos de dos cuadras
De procesión
No es que no tengan consciencia, aquí nadie quiere a
nadie
Aquí todos están contra todos
Aquí todos saben que, entre ellos, hay un siguiente
que va a morir.
No reclamo nada por gente que no vale nada
No alzo la voz por gente que se comporta como animales
No peleo más por inhumanos que mataron a sus
familiares.
Escribo en silencio mientras nadie duerme
Sus pensamientos no les dejan en paz
Creo que no están en paz, que la perdieron para
siempre
Desde que empezó la pandemia que pasó para mí
Porque soy el único que no usa barbijos por tener las
4 vacunas
Si aquí fue poca la gente que se vacunó
Y hasta hicieron un juicio al Estado para no vacunarse
Y lo ganaron
Pese a que en Arequipa todos se pusieron de acuerdo
con la pandemia
Si deba añadir, solo estuvieron confinados un mes
Y luego, hicieron de sus vidas como si nada hubiera
pasado
Deseándoles la muerte a los que seguían confinados
Los que escuchaban la radio o veían la televisión
Con todo el apoyo del Comando Conjunto de las Fuerzas
Armadas
Que se prestó para esto
Y nadie hizo nada por nadie.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor y Pensador Libre
Arequipa, Perú
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