EL TERROR DE LAS MUJERES




 

Qué podíamos decir de Mauricio, alguien que con tal solo ver a una muchacha, desde que se dio cuenta que podía a tenerlas a todas, antepuso sus necesidades al amor, si en otros años, afanosamente quiso saber qué era ese sentimiento del cual tanto se habló en su infancia y, que al ir creciendo, al llegar al final de su pubertad, se les conocía como semental, proveniente de un linaje de características similares, alguien destinado a escribir estos escritos y llegar a los 51 años, con una visión clara del mundo y los placeres propios de la vida adulta, donde tuvo cientos de muchachas que abortaban cada mes, por ser trabajadoras sexuales, si precise, conoció muchachas muy adictas al sexo, dispuestas a pagar ese precio: el aborto, inducido por sus protectores o padrotes, esos cafichos que sabían bien, ellas habían descubierto el placer y, ante ese camino sin retorno, nada podría detenerlas, salvo sea el final de sus abortos, antes de perder el útero, y pasar a ser integrantes de ese grupo de mujeres que nos llaman cochinos, solo por ignorar que el sexo conduce a los embarazos, tarde o temprano, si Mauricio, ignorando todo esto, confiando en que resultaran los métodos anticonceptivos, escribiera miles de relatos donde compartía desde sus Blogger censurados, sus aventuras y, los descubrimiento propios de la intimidad de las mujeres, alcanzado solo el conocimiento de un legrado, sin lograr resolver qué era la menstruación, si deba ser exacto, hasta en los libros de medicina se afirma el desconocimiento de ésta, dónde empieza, qué parte del cerebro da la orden para que la mujer menstrúe o, al inducir un aborto para extraer el embrión del útero, se provoque una menstruación y el mencionado aborto. De la suerte que bien acompañó a Mauricio en estas aventuras del amor y los lechos fue que empezó a percatarse que los hijos son una responsabilidad de por vida, que no se les trae solo por amor o placer a este mundo, que un día eso niños llegarían a tomar consciencia de ser, como él alcanzó a sus 51 años y, en su comprensión, meditara que aún no lo sabía todo, si dentro de sus preferencias estuvo siempre, el no querer repetir de muchacha al momento de tener placer, sea por aburrimiento o exigencias para alcanzar el orgasmo, si bien, terminó por escoger la masturbación ante la opción de ser padre y formar una familia, puesto que siendo solo escritor y pensador libre de oficio, no podría nunca sacar adelante un hogar y, mucho menos controlar su temperamento que le hace imposible el aguantar a ninguna mujer por más de un día, sea en la convivencia o para tener sexo. Era alguien que fue formado para ser sabio y vivir en soledad. Y así se alcanzó, sin hijos y sin mujer, si dentro de su experiencia, con todas las generaciones que ha visto pasar, descree de las relaciones de pareja, de eso que los púberes buscan y llaman amor, de todo lo que instan con las canciones a los que recién empiezan a vivir, aquellos que son presionados para tener sexo, si recordara él que en su generación, fuera objeto de burla por parte de muchachas que le señalaban como un masturbador, alguien que era incapaz de hacerle el amor a cualquier muchacha, sirviendo solo como poeta y enamorador, actos que le valieron el sobrenombre de Maurisex, alguien digno de ser recordado como un amor de juventud tardía, alguien que besó a cerca de 2,000 muchachas de diferentes partes del mundo, alguien quien a sus 16 años había contraído la enfermedad de los besos y era una peste andante, alguien que fue elegido por una vengadora por haber rechazado a muchas muchachas, siendo él mancebo, lleno de poder en su terruño, insensible ante los calores de las púberes que vieron en él a un varón que no le atraían las desviaciones sexuales o los invertidos, alguien que amó su soledad y tenía su propio universo. Así, conocido de ser alguien que convivía con el hedor o la putrefacción propia de la muerte, en su obstinación por el conocimiento, hizo de su leyenda mayor cuando se internó por décadas en bibliotecas, en mayor soledad con los libros, entre tratamientos psiquiátricos y una total ignorancia de la menstruación o el amor, si desde su poemas, otro genio proyectara al momento de escribir, si nacemos cada quien con una visión original para interpretar el cosmos y, fuera nuestro héroe, alguien señalado a alcanzar su propia visión, su auténtica voz, en medio de personas enfermas que forzadamente tuvo que conocer en la universidad, fábricas, minas, bancos, psiquiátricos y, en la experiencia de la calle, de la noche, entre alcohólicos sin remedio como igual drogadictos, en medio de la violencia y las causas nobles, ninfómanas y duras lecciones como para convencerse que el sexo no basta para sacar adelante una relación de pareja, que teniendo trabajo tampoco garantizó que la relación fuera estable, que las personas ante su mirar, les parece estar condenadas a soportarse en contra de su voluntad, sea por el miedo a la soledad o por ser tildados en general de fracasados como seres humanos, algo que enterado a sus 51 años, comprende, es algo que carece de valor cuando ya se ha conocido casi todo y, se valora el tiempo y espacio propio, a la compañía de alguien a quien se quiso mucho y terminó por convertirse en un infierno, dentro de todo lo de incomprensible que tenemos las personas.

¿Existe algo más fuerte que la ovulación o las hormonas que están en los ovarios y terminan por asimilar el efecto de los métodos anticonceptivos hasta anularnos y dejar en estado fértil a las mujeres?, pues la respuesta es no, que no todas las mujeres pueden soportar mentalmente el ser trabajadora sexuales, si es que entre las mujeres se libran guerras que nosotros los varones desconocemos y, a veces, son campos de batalla superiores a los que nosotros recorremos si unos ganamos y otra veces perdemos, que llegada la hora de sentar cabeza, cuando hemos dado valor a la paz y tranquilidad, en el silencio de los que hemos vivido mucho, protegidos por la fortuna, repasamos en la memoria de todos los goces obtenidos como en el caso de Mauricio que, dedicado a escribir, halle en este oficio del cual sabe, nadie vive, un encuentro personal en medio de gentes que no lograron a conocer la felicidad y, ahora estén supeditadas a destinos donde solo hay maldiciones constantes y arrepentimientos vanos sin solución por ser muy tarde y dura la sabiduría ganada, si en sus reflexiones de pensador libre, concluya que las personas detestan el saber que tienen, por haber llegado cuando ya no sirve, cuando las lecciones de la vida no permiten darse pausas en medio de una marcha donde se perdió todo, incluyendo la memoria, si desde esta se rememore la soledad, la soltería, o el dolor de saber que al criar a niños, se esté cometiendo muchos errores, en un mundo de mierda, donde son pocas las personas como Mauricio que sonríen y, dentro de su fe, sabe, los privilegios se le han otorgado para que escriba lo necesario, si así, es conocido como el Terror de las Mujeres, por su apetito sexual desmedido que, a consciencia, controla, por saber que tarde o temprano, los métodos anticonceptivos ya no son eficaces, resultando un embarazo no deseado, y una nueva vida a la cual se debe atender en todo lo necesario, si existan muchos varones que hayan abandonado a sus hijos desde pequeños o, manden pensiones desde ciudades muy lejanas, con la consciencia hecha mierda, por saber que no son buenas personas, entre mujeres que marcadas por el aprendizaje, rechazan el sexo o acusan de cochinos a los varones lujuriosos que, haciéndole el amor a cuanta mujer ceda a sus seducciones, en el calor del deseo despertado, vayan dejando hijos por todas partes, sin saber que están alterando el destino de familias enteras o, frustrando destinos que se quedarán inconclusos, a medio tramo, si este es el testimonio de quien fue señalado para estar solo, aguantárselas como pueda, sin amor o necesidad de éste, por parte de mujer alguna, por conocer lo insoportable que es la convivencia, lo difícil que es soportar ambientes laborales donde la gente no solo termina estresada sino enloquecida o destruida, si así, sepamos de todo lo que nos camparte como varón libre, en advertencia de lo que es el sexo, el conocimiento del amor que no dura para siempre, y los desencuentros duros que tuvo en la vida, por creer que fuera rechazado por todas las muchachas que conociera y enamorada, sin saber que ellas lo que más temían era resultar embarazadas de él, si dentro de su desarreglo hormonal, estaba a la vista de todas las mujeres, él como una amenaza en medio del mundo, al cual solo se le podía dar besos y caricias, a lo mucho sexo oral y desnudos en los lechos sin dejarse penetrar, hasta cuando llegara su experiencia con el sexo y la convivencia, el trance superado con éxito sin depender de drogas, sumergido en el ejemplo del desamor y los libros, las amistades que de facto ganó en admiración a la fortaleza de alguien que fue advertido cruelmente de lo pago que cuestan los errores, que destruyen la vida de cualquiera, desde la droga de la voluntad cuando decidiera dejar de tomar para siempre hace más de una década, si todo ritual que tuviera que ser vencido dentro de los compromisos a los cuales se le exige a los poetas, los asumiera ante el asombro de quienes creían, eran imposibles de acometer, en este testimonio, tranquilo, en medio de personas que perdieron la tranquilidad para siempre, decidió pasar sus restantes décadas tomando sol, consumiendo Coca Cola, calando cigarrillos mentolados, escuchando rock de su generación y, escribiendo, si en el testimonio, señale los errores que él ha cometido y ha visto, en todas las generaciones que ya ha visto, acuse que ver cómo se reiteran los mismos errores, en las relaciones de pareja, con o sin hijos, si fuera apartado para la libertad, por tener el temperamento muy fuerte y por tanto, no elegible para ser padre de familia, mucho menos alguien que aguantara las órdenes de un jefe, si entienda a sus mejores años de vida, las lágrimas derramadas por las muchachas que él confundió amar, fueron correspondidas, porque el amor no es solo besos, caricias y sexo, hay algo más, así se usen todos los métodos anticonceptivos y son, los niños que ninguna culpa tienen que este mundo sea una mierda, si dentro de sus afirmaciones contemple ahora un cosmos bello que no puede resolver y sabe, jamás lo hará él ni nadie de su generación, si en su peinar canas, su silencio sea notable, como su renuncia al matrimonio, el sexo con mujeres decentes, o mujeres que estén ovulando, si erecto para el sexo, se niegue tenerlo por no querer estropear su existencia y formar parte de un mundo, donde nadie es feliz, por haber traído hijos a un mundo, al cual jamás pidieron venir, si Mauricio nació con estrella, y él afirma con contundencia, como todos los que le conocen: le tocó las experiencias imposibles y más atroces, algo que no le quitará el convencimiento que este mundo no merece un hijo suyo, alguien que encima cargue la leyenda de tener que superarlo, si Mauricio sabe, cuando retornó del final del camino, el mundo había vuelto a cambiar otra vez, y no era propio de novela, sino demasiado real, insoportablemente real, como para no dejar de llorar y decir: ¿dónde carajos está Dios?


Derechos Reservados para

Julio Mauricio Pacheco Polanco

Escritor y Pensador Libre

Arequipa, Perú

16 de octubre del 2022



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