“Es una tradición en los pueblos, elegir a los más fuertes y capaces, para lograr resolver lo que padece como enfermedad la multitud humana que marcha en soledad. Enseñarles a desarrollar el entendimiento sobre males comunes y sin solución, implica sacrificios extremos donde no todos tenemos la misma suerte, si la causa es humana, la causa somos todos, sin exclusión alguna” 



Julio Mauricio Pacheco Polanco 

¿Cuesta mucho aceptar quién se es? Y si en esa búsqueda de nuestro ser, las personas se dan cuenta que no hay nada, que hallan un universo vacío interior que no puede resolver las interminables preguntas que no han sido resueltas porque nuestras sociedades educan a las personas solo para hacer dinero, porque solo podemos supervivir con el dinero. Con qué se identifican las personas, ¿con un líder político?, ¿una ideología?, ¿una religión?, ¿con su mismo dios? ¿Por qué en Perú es normal hallar pacientes psiquiátricos que no solo se identifican con Jesús, sino, creen serlo? ¿Hay un camino más allá de la personalidad legada por Jesús? ¿Hay algo más allá del complejo mesiánico? ¿Sabemos cómo son los psiquiátricos en Europa?, ¿sabemos si en vez de identificarse, o creerse, sientan el llamado de ser un Napoleón Bonaparte? ¿Cómo es la realidad de otros pueblos o naciones donde tienen otros referentes finales de la personalidad? ¿A qué le llamo un referente final de la personalidad?, ¿no es al final del desarrollo de una personalidad que termina por enfrentarse con sus creencias? ¿Se puede borrar de la consciencia el legado de los profetas, El Mesías y, el Apocalipsis, en esta parte del mundo donde hay catolicismo y cristianismo y otras sectas derivadas del personaje Jesús? ¿Los nombres y apellidos con sus significados, son destinos o cartas de presentación? Si se negara todo credo, ¿los nombres y apellidos con sus significados deben definir a la persona? Si la persona tuviera en esta parte del mundo, ascendencia de un país extranjero, digamos oriental u occidental, en el desarrollo de su personalidad, bajo creencias heredadas, al momento de desarrollar su personalidad, ¿tendrá que enfrentarse con referentes de la cultura de sus antepasados para superarlos y afirmar su propia esencia, personalidad o, auténtica forma de ser? ¿Puede un peruano borrar de su consciencia, las creencias de la Biblia con las cuales fue educado y formado?, ¿puede un peruano afirmar su libre forma de ser sin temer a que lo consideren un anticristo? Qué es el desarrollo de la personalidad si la persona que halló sus propias palabras y visión del mundo, de manera original, sin temer ser o existir, si a esto le llamemos cosmogonía o, forma particular de entender la realidad, encuentre un enorme grupo de personas que piensan casi de manera uniforme. Si a esto le llamamos desarrollo de la personalidad, porqué en Perú, abundan en los psiquiátricos pacientes que creen ser Jesús o, creen estar poseídos por esta divinidad. Qué palabras somos cuando las personas se percatan, lo que experimentan, fue experimentado por las personas de su sociedad mucho tiempo antes. ¿Las palabras que usamos, de quiénes las aprendimos?, ¿de un magisterio?, ¿de libros recomendados o elegidos bajo condiciones impuestas a elegir? ¿Un hombre libre puede negar todo esto y afirmar que existe sin miedo a la soledad de saber que nadie estará de acuerdo con su manera de pensar o creer? ¿A qué teme más el hombre, a ser libre, o a estar solo dentro de un grupo social? ¿Alguien que alcanzó la esencia de su existencia, puede encajar dentro de un grupo social que vive bajo el sometimiento de creencias de las cuales no pudo liberarse y vive con el miedo a enfrentarse ante lo desconocido? ¿Lo desconocido para el ser humano es el alcanzarse y llegar a ser uno mismo? ¿A eso se le llama ser auténtico, original? ¿Hay otras palabras que se remitan a otras vivencias desde donde hallemos nuevas verdades que sean siempre personales? ¿Por qué en un momento de la historia la gente optó por el totalitarismo como vía para convivir?, ¿Por qué dejaron en la responsabilidad de una sola persona, las riendas de una existencia que no pudieron solos afrontar? ¿Tanto le teme el ser humano a la existencia que prefiere seguir creencias que lo conducirán a psiquiátricos donde afirmen ser Jesús o la Virgen María? ¿Existe el Diablo o Satanás, Lucifer y demás demonios, o son creencias que han sido impuestas a las personas desde que empezaron a hablar? Y si alguien negara todas estas creencias, ¿tendría derecho a expresar su cosmogonía en un contexto donde las personas dan por sentado estas creencias y son base de su sociedad? ¿Está el ser humano preparado para vivir sin estas creencias? ¿Erradicarlas no sería quedarse sin una cultura que es milenaria? Así es el terror de las personas ante el espanto de hallarse ante la carencia de respuestas que no pueden superar a textos sagrados donde, profetas, patriarcas y Mesías, se cree, lo dijeron todo y, enseñaron todo, para poder vivir. Ir más lejos de todo lo escrito es estar loco, es tener esquizofrenia, es ser diferente, distinto y, comunicarse con las demás personas con palabras que están más allá de lo que ellas conozcan y les cause temor. ¿Por qué temor?, ¿es que hay un rechazo a lo original o auténtico?, ¿o quizás el temor sea el saber que quienes decidieron desarrollar su personalidad, terminaron en el desquicio y pérdida de la fe del ser humano ante este derecho de existir? Los psiquiátricos están llenos de esos intentos fallidos que solo desalientan a quienes van en busca de su ser original. Allí la razón del por qué se condene el pensar diferente o ser distinto, no porque sea malo querer ser diferente o distinto, es decir, tener el derecho a existir con una propia cosmogonía, sino por saber que terminaron en psiquiátricos, con pensamientos totalmente incomprensibles, teniendo en consecuencia un lenguaje incoherente que nadie entiende, que bien a decir, solo ellos entienden y, a las personas les da miedo entender. No se condena la esquizofrenia en sí, se condena el fracaso de no llegar a ser, a existir, de no lograr el pleno desarrollo de la personalidad, si ése es el óptimo generacional con el cual en cada generación se trata de alcanzar la libertad de pensamiento y consciencia. ¿Usamos las palabras de referentes intelectuales para explicar hechos o vivencias? Si fuera el caso que la persona negara toda creencia religiosa, si fuera el caso que la persona se dejara guiar por el pensamiento de algún intelectual, ¿no es ello el permitir que se le vulnere la consciencia siendo así que responda a sus circunstancias con las palabras del intelectual que sigue para explicarse? ¿Tanto miedo tiene el ser humano a tener sus propias palabras que le permitan sociabilizar con las demás personas? ¿Se socializa en Perú o en cualquier parte del mundo, o solo se experimenta soledad por estos fracasos de no llegar a ser? Supongamos, dos personas auténticas, ¿dialogarán?, ¿o querrán imponer sus maneras de pensar o creencias originales? ¿Cómo sería una sociedad en la que todos alcancen el desarrollo de su personalidad donde se logre el existir, si ello sea llamado también: individualismo? ¿La buena fe va de la mano del individualismo? ¿Los que lograron desarrollar su personalidad e ir donde otros fracasaron, se aprovecharán de las demás personas para imponer su pensamiento? La historia nos dice que en los países donde se impuso o quiso imponer el comunismo, no solo fracasaron en el intento, sino, fueron sociedades corrompidas por una postura totalitaria desde donde una sola persona impuso su individualismo. ¿El comunismo nace de un individualismo?, ¿no es un solo individuo el que da respuestas a toda una comunidad de manera totalitaria para que sepan cómo existir? En el registro de la historia, individuos que lograron desarrollar su personalidad, rompieron todo orden establecido para adueñarse del poder y gobernar, después de todo tipo de gobierno y sus fracasos, surgió la economía como ciencia para pretender enseñar al ser humano a convivir y existir. El dinero se convierte en la respuesta necesaria para nuevos modelos de convivencia social donde el ser humano debe trabajar para aprender a ser feliz con lo que propongan los modelos económicos. Pero se sucedieron dos grandes guerras mundiales y la deshumanización total de las personas. ¿Qué son los Derechos Humanos y cómo se les debe interpretar?, ¿son escuchados para todas las personas?, ¿qué es La Ley y la justicia dentro de lo propuesto por la economía si siendo el dinero la base para esta nueva sociedad, compra todo, desde consciencias hasta favores de La ley? Nadie ha podido resolver esto desde que el hombre descubrió una forma de pago a cambio de labores, favores, mercancías o deberes. ¿Pudo Jesús ir más lejos?, o sentenció en su fracaso milenario: “Dadle al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios”. Todas las revoluciones han fracasado en esto. Todas las ideologías han terminado en posturas severas ante el dinero, al cual algunos denominan como el capital. Qué posturas asumir, ¿la de los monjes tibetanos?, ¿el estilo de vida de los hindúes en su pobreza e ignorancia?, ¿el de monjes que guardan silencio y viven encerrados en abadías alejadas de la sociedad? O vivir aislado del mundo, sin comunicación con nadie, entre desiertos, montañas o a donde fuera posible llegar. Así son los extremos de la personalidad donde existir implique obligadamente tener que enfrentarse a estas condiciones de vida. No vivimos aislados del mundo, vivimos en sociedad con leyes, querámoslo o no y, donde fuéramos, hay tradiciones y costumbres que deben ser respetadas, así no nos agraden. ¿Ir en contra de todo esto es condenable? La respuesta es sí, es condenable como locura, si la persona que quiera proponer algo nuevo fracase y termine en el desquicio, en un psiquiátrico, con el diagnóstico de loco. Se preguntará mi lector, por qué solo expongo interrogantes que para muchos pueden ser conocidas, porque el ser humano tiene la virtud de hacerse interrogantes desde que tiene uso de razón, si el niño desde que empieza a cuestionar, está empezando a desarrollar el uso de la razón, por algo que es intrínseco, inherente o propio al ser humano, el querer saber el porqué de todo. Tenemos consciencia del fracaso de estas interrogantes al no poder ser resueltas, si el fracaso más importante no sea que éstas sean formuladas por cada uno de nosotros, a todo lo largo del tiempo, sino que la interrogante más importante que debe ser resuelta es: ¿para qué estamos aquí?, ¿solo para hacernos estas interrogantes y transcurrir en este mundo sin saber por qué razón vinimos aquí? El rechazo a los libros o la lectura de éstos, es porque nos despiertan más interrogantes, dentro de la tragedia experimentada por quienes los escribieron, por qué pues el arte debería invitarnos a la tristeza o desesperanza, ¿nadie fue más allá de lo desconocido para afirmar un testimonio que nos enamore de lo que pretenden enseñarnos los libros: la sabiduría? Quién tiene todas las respuestas para responderle a un niño cuando interroga sobre todo lo que está en su alrededor. La respuesta es: nadie. Por ello es necesario tener un Dios porque en los legados de los iluminados, están las respuestas que los padres de familia no pudieron resolver antes de asumir el reto de traer hijos a este mundo. El ser humano está destinado a hallarse. El dilema es cuando uno está ante esta inevitable experiencia y se da cuenta que no puede enfrentarse al imposible conglomerado de preguntas que abarcan todo el universo cuestionado. Si es inevitable Dios como la religión, como principios a partir de los cuales, se responda nuestro estar aquí, será inevitable la experiencia de la esquizofrenia, es decir, la lucha de reclamar el derecho a vencer la imposición que Jesús o Alá, o El Mesías esperado por los judíos, se dé como experiencia mística en el seno de las culturas mencionadas. Existir es reclamar el derecho a ser original y, esto implica tener un soporte emocional desde donde se pueda aprender a experimentar la existencia sin la necesidad de tener todas las preguntas necesarias resueltas o, sin dios, hasta en los momentos más difíciles que a todos nos toca experimentar. Cuando llegan las experiencias trágicas, es cuando percatamos que necesitamos orar o tener un punto de apoyo para seguir bregando por nuestras vidas, estas exclamaciones son espontáneas y claman por el Dios propio de cada cultura. Y estas exclamaciones son inherentes, inmanentes, porque en el extremo de la vivencia, exclamamos la necesidad de un Dios, creo, esa es la fundamental pregunta, ¿por qué estas exclamaciones son intrínsecas al ser humano?, ¿será que desde niños relacionamos lo más fuerte con la idea de Dios?, ¿es el asombro ante el inexplicable universo que ante la experiencia extrema, reconozcamos a Dios o su idea, como lo más fuerte, para no sentirnos desamparados o absurdos?, ¿a esas preguntas inevitables y sin respuestas le llamamos: Dios?, ¿tan vulnerable son nuestras consciencias desde niños que nos convencemos de esta idea?, ya que son exclamaciones inevitables, porque somos pocas las personas que hemos ido más allá de estas experiencias extremas donde nos hemos sentido totalmente solos en el universo, sin haber perdido la razón y, lo más importante: la esperanza en un mundo mejor. Éste es el duro trance que la esquizofrenia no puede resolver, si la persona sea sensible y entienda que el dolor ajeno como propio nos es común a todos y que no estamos aislados, tenemos el entendimiento que nos permite ir más lejos de los impulsos animales, propios de tiempos ancestrales, donde los seres humanos o humanos en ciernes, se dieron cuenta que las leyes son necesarias y que, viviendo en comunidad, es la única forma mediante la cual podamos sobrevivir. El ser humano tiene algo notable: el instinto de supervivencia, instinto que se desarrolla con el transcurrir de la historia que, curiosamente en el desarrollo de la personalidad, cuando el individuo que ha logrado desarrollar el potencial de su inteligencia, se desentiende de su comunidad para hacer uso de ésta a su conveniencia, surgiendo los tiranos, los autócratas, dictadores, guías espirituales o de propias sectas o, aquellos que dominan las economías mundiales y percatan, no se puede educar a las personas para que aprendan a ser libres, si así han de renunciar por el bien de su salud mental a ser Mesías o esquizofrénicos. La frialdad de los amos del mundo parte del convencimiento que todas las consciencias pueden ser compradas o vendidas, que la corrupción es un mal también inherente al ser humano y es capaz de hechos repudiables y condenables, si esto interrogue a las personas si todos seamos homo sapiens, es decir: hombres sabios, si la sabiduría se caracteriza por discernir entre lo que es bueno o malo para uno y las demás personas, dentro de un contexto social. La competitividad no es una invención reciente, es diferente el haber tomado consciencia que, sin ésta, no se puede supervivir. No nos queda otra opción que ser más fuertes de lo que creamos ser, las circunstancias nos hacen desarrollar esta postura ante la existencia, así pocos seamos abnegados y solidarios, así los que llegaron a darse cuenta que podían fácilmente tomar el poder de manera sencilla o de facto, lo hayan hecho sin culpa alguna, al entender que: o eran los demás, o uno, ¿tiene mucho que ver esta anormalidad del instinto de supervivencia donde el más fuerte oprima a los demás por haber evitado ser oprimido? Percatarse que todos estamos solos y llegado el momento, la soledad será tan intensa que deberá apelarse a reacciones extremas donde es uno o los demás, es algo natural e inevitable, como es así la historia del ser humano y todo lo que registra entre florecimientos de imperios que desaparecieron por el surgimiento de otros, siempre por el hecho de supervivir, por circunstancias no elegidas donde las guerras no se pudieron evitar, mucho menos la muerte de gente inocente que fue obligada a pelear, para defenderse contra quienes también ciegamente creyeron defenderse. Hemos querido reorientar esa agresividad hacia la conquista del espacio, pero seguimos fracasando sin saber qué hay con exactitud más allá de este mundo o, por qué no podemos conquistar otros mundos fuera de éste para no hacernos daño entre nosotros. Una humanidad unida bajo la causa de orientar su agresividad innata hacia la conquista de otros mundos está dentro de la lúcida visión de quienes entienden nuestra forma de ser, pero seguimos fracasando, dentro de multitudes solitarias donde todos se sienten solos, inclusive dentro de sus senos familiares, en los que está presente la desconfianza e inseguridad. Una humanidad contemplada de esta manera puede ser tomada de facto y fácilmente gobernada, porque los rebeldes a todo orden establecido no tienen todas las respuestas que propone la religión, desde sus mandamientos a la prédica de sus profetas o Mesías, porque dentro de la negación de la ciencia a la existencia de Dios o un ser superior, su indiferencia al ser humano se revela en sus aportes usados en las grandes guerras, donde su postura servil entrega sus alcances o aportes al gran mercado de las guerras, ¿egoísmo o anhelo de riquezas? ¿Qué móviles puede tener alguien que desea tener el control del dinero?, ¿las mejores mujeres que se prostituyen?, ¿adicción a fuertes drogas?, ¿acceso a los prodigios de la medicina?, o el respeto para no ser atropellado por esas multitudes solitarias que se desbocan de manera incontrolable, desplegando el lado animal donde reina el caos, la anarquía, el desorden que desencadena en confusión, terror y, en el peor de los casos: oscurantismo, donde todo termina dándose por perdido ante la ausencia de líderes que estén a la altura de circunstancias donde el ser humano esté a punto de autodestruirse como ocurrió en las grandes guerras mundiales. ¿Meditar sobre los millones de muertos y ciudades destruidas para no volver a cometer errores espantosos? Somos los seres humanos, creaturas de aprendizaje generacional, todo empieza de nuevo con cada generación, todos vuelven tras los mismos errores cometidos por otros personajes del pasado, tomamos consciencia que lo pensado, ya fue pensado hace siglos, lo descubierto en reflexiones, ya fue descubierto mucho tiempo atrás, que los miedos y temores siguen siendo los mismos que los tenidos hace centurias y, todo empieza de nuevo con cada generación que aprenderá a usar las palabras vividas no por consejo de un hombre u hombres sabios, sino, en base a sus propias experiencias y, si tuvieran oportunidad de estudiar todos los libros que nos dejaron en legado los hombres más ilustrados, encontraremos reflexiones nuestras que permanecen en el tiempo, como si solo estuviéramos destinados a pensar sobre ello, muy al hecho de que en cada generación se haya logrado ir más allá de lo desconocido, dentro de todos los cambios constantes que ocurren en nuestros modelos de convivencia, porque puedo percatarme, sea el modelo social que se aplique, en el acceso a la lucidez donde nos observamos qué somos, hay preguntas que se mantienen desde que estamos aquí, sino sabemos cuándo ocurrió eso, el que aparezcamos en este mundo o, hayamos tenido consciencia de una consciencia donde se discierna entre lo que es bueno o malo para proponer leyes necesarias con el objetivo de poder coexistir bajo los ideales de paz, tranquilidad y bienestar, si dentro de estos ideales, guerras tras guerras evidencian nuestros fracasos, reitero, generacionales, porque no existen culturas milenarias con hombres sabios milenarios que hayan alcanzado ese grado de madurez desde donde estos ideales sean aplicables desde el aprendizaje y experiencia, tenemos cortas duraciones de vida y, en la descendencia, el ser humano de manera inevitable vuelve a cometer los mismos errores de sus antepasados. Pareciera que para los amos del mundo, en su entendimiento, el ser humano está programado para tener una sola forma de ser, que somos demasiado predecibles y fáciles de dominar, si la soledad de ellos se base precisamente en un uso del poder odiado y rechazado por toda la humanidad, siendo una soledad donde se enfrentan contra todos, contentándoles con la satisfacción de necesidades, la mayoría de veces impuestas para mercados que cambian constantemente, ante los cuales nada puede hacer la humanidad, si es que nunca logrará estar unida, no porque estemos divididos, sino por nuestro propio instinto de supervivencia que nos convierte en una especie territorial que está siempre en plena lucha contra todos, si así es con cada uno de nosotros, en un estar todos contra todos, una soledad tan constante que solo expresa su unión en el odio a quienes nos gobiernan o dominan, nada más, porque este instinto de supervivencia paradójicamente es el que más nos desune y aísla dentro de esa gran humanidad solitaria donde domina la desconfianza, el miedo e inseguridades que son generacionales. Las preguntas no resueltas a los niños explican bien el desamparo en el que siempre hemos estado, si todos fuimos niños y percatamos nuestra impotencia de no poder haber alcanzado las respuestas a las preguntas fundamentales. En el engaño y las nefastas influencias, aparecen guías, maestros o líderes que fungen tener respuestas a crisis desde donde el ser humano no soporta el saber que fracasa en su intento de querer entenderse para explicar el porqué de sus conductas o reacciones. Si el humanismo es un trance generacional entendido desde una consciencia despierta, no el aporte de una época de nuestra historia. ¿Somos entonces animales con consciencia de serlos, con la salvedad que hablamos? Observamos los ojos de las bestias u otros animales y hallamos en algunos sentimientos, eso llamado alma y, notamos que pueden ser domesticables, que entienden nuestras palabras, pero no pueden hablar y sus características les impiden hacer los logros propios de nosotros. Las exclamaciones son espontáneas cuando pasamos por una experiencia extrema, pero cuando se ha vivido una catástrofe o calamidad, una guerra mundial o una pandemia, donde el ser humano ha clamado y clamado y no ha sido escuchado, ¿qué precede a esta experiencia?, porque estas experiencias fueron comunes a muchas generaciones a lo largo de nuestra historia universal, ¿el descreimiento en dioses que ya no escuchan?, ¿el creer en otros dioses que surgen como lo ha registrado la historia ante la caída de imperios para que surjan otros? Si nuestra capacidad de tener consciencia es generacional y pareciera que en realidad a lo que tenemos fe es a una idea y no a una divinidad, porque esta idea se mantiene a lo largo del tiempo. Con tantas guerras y tragedias globales, el ser humano ya habría descreído de la idea de un dios protector, sin embargo, no es así. Puede argumentarse que se adoctrina o dogmatiza a las personas desde niños, pero en todas las culturas o civilizaciones siempre se rindió culto y adoró a un dios o dioses, pese a todo lo que nos ha ocurrido, siendo la pregunta exacta: ¿el ser humano de manera inherente lleva dentro de sí la creencia en la idea de un Dios? Porque al contemplar el alrededor, sabemos que no es casual el que tengamos consciencia de todo lo que observamos y querremos saber la naturaleza de lo observado, esto es innato en nosotros los humanos y así hemos avanzado hasta donde hemos llegado, dentro de la característica más notable que tenemos, en diferencia de las bestias o demás animales. ¿Que podemos transformarlo todo para nuestro bien o nuestro mal?, sí, podemos hacer eso sin el menor escrúpulo, y eso es lo que más nos extraña de nosotros mismos, el por qué hacemos estas cosas, porque dentro de todo lo inexplicable en nuestra naturaleza es que pensamos, bien o mal y, es en base a nuestros pensamientos todo lo que hemos propuesto para el mundo. A los alcances más notables y favorables le llamamos: razón o lucidez, a los problemas resueltos que tuvimos que arrastrar por siglos sin poder ser explicados, se le llamó genialidad y, a la inspiración, se le ha llamado sin equivocación, el trance donde hemos sido poseídos por una claridad desde donde se ha visto todo el panorama con precisión, dentro de un universo de pensamientos a los cuales se les llama: voces, que en el embrutecimiento llegan a dominar nuestros pensamientos, siendo esto una característica de la locura, cuando aún no se ha revelado que esas voces que pueden aparecer en nuestra mente y se deban al mal funcionamiento del cerebro, si en esto coincida con quienes afirmaron que somos bioquímica, o somos lo que consumimos. ¿La ciencia ha alcanzado entonces alguna droga para tener una visión sana de la realidad desde donde convivamos en paz y disfrutemos de la felicidad? Al parecer aún no, ¿porque cada organismo es distinto y no reacciona de igual manera ante drogas legales alcanzadas por la salud mental?, ¿tan duro es nuestro fracaso?, porque de haberlo logrado la ciencia, reconoceríamos que el paraíso está aquí, donde vivimos, sin importarnos el hecho que nos llegue la muerte de manera inevitable cuando ésta tenga que sucederse. Y si el paraíso está aquí y no podemos disfrutarlo, es porque nadie sabe la fórmula exacta para enseñarnos a ser felices si algunas personas en su momento creyeron que el amor era la base fundamental para conocer la felicidad, sin embargo todos sabemos que no es así, que para los más escépticos, el amor es solo un proceso hormonal cuyo fin es la reproducción de la especie, si así defina al pensamiento del ser humano: una consecuencia de las hormonas que altera nuestra visión de la realidad y, esto es bioquímica. Los pacientes que llevan tratamientos psiquiátricos y que son medicados, son conscientes de este fenómeno no explicado del pensamiento o razón humana. Con el sexo continuo, la visión y experimentación de la existencia es agradable, el vigor es notable, lo cual evidencia fortaleza tanto para el varón y la mujer, fortaleza necesaria para la procreación. Acabada esta fase de la experiencia, las personas vuelven a un estado natural desde donde con nada se contentan y vuelven a sentir insatisfacción para con la existencia. Es el sexo la mejor evasión ante las interrogantes y lo propio de la filosofía si, la filosofía es rechazada por ser peligrosa al ser el germen de las ideas y, éstas alteran el orden de un entorno. Un hombre o una mujer sin sexo, se convierte en una persona peligrosa para la sociedad, cuestionando todo y hallando verdades donde se imponen mentiras por el bien de un orden establecido que percatan: no responde a todo lo que el que filosofa exige sea resuelto. Por ejemplo: un varón sin sexo puede llegar a creer que el hombre nunca llegó a la luna y, un varón con sexo continuo desestima la importancia de este cuestionamiento por segregar hormonas que le cambian su cosmovisión, si el sexo da alegría y felicidad, siendo por ello que se pensó alguna vez que el sexo era la respuesta para salvar a la humanidad, siendo fallido como todos sabemos porque mediante el sexo se pueden contraer enfermedades del amor o, hijos no deseados que alterarán el curso de la vida de las personas para siempre, inclusive si se recurriera al aborto. La promiscuidad en el varón como en la mujer deriva en el exceso de testosterona, progesterona y estrógenos según sea el caso y termina en el desmedido apetito por los goces de la carne, desvirtuando lo que bien fue una evasión para ser felices dentro de este mundo en el que vivimos. El final de las relaciones de pareja termina en una descompensación donde abruptamente el organismo del ser humano que estuvo acostumbrado a segregar grandes cantidades de las hormonas mencionadas provocan shocks a los cuales se les llama desamor, donde se padece a un organismo que necesita de sexo y ya no lo tiene como continuamente lo tuvo, ante lo cual precede un desquicio que pocas personas han logrado superar, si a esto se le llame amor, provocador de vidas destruidas porque hasta para el amor se llega con principios de interpretación de realidades diferentes, sean costumbres, tradiciones o formas de ser, si la atracción entre sexos opuestos se base en preferencias singulares difíciles de entender, donde ambas partes están convencidas que mejorarán como personas si el término preciso sea cambiar para bien, en una relación que deba ser estable hasta que la muerte intervenga, lo cual no se da ni se dio a lo largo de la historia, porque cuando se acaba la pasión entre un varón y una mujer, la convivencia se hace insoportable y sean los hijos, si se tuvieran, los que les una, más allá del vínculo llamado amor que, se le evoca con nostalgia en una convivencia donde el odio y la repulsión tenga que manifestarse tarde o temprano, si las condiciones ideales sean tener la economía resuelta, buena salud y, un círculo sociable donde se puedan apoyar para crecer dentro de sociedad. Pero esto es ideal, el mundo no es así, los privilegiados en este mundo son muy pocos si, el traer hijos a este mundo para los privilegiados sea una bendición y, para los pobres todo lo contrario: una terrible condena como maldición, desvirtuándose la visión optimista que este mundo es el paraíso. Porque en nombre del amor muchas parejas se fueron a vivir su amor en la punta de un cerro, bajo condiciones muy precarias, para seguir disfrutando de los goces de la carne que los evadió de todo lo insoportable que pueda haber en este mundo, para luego en su convencimiento de ser muy fuertes, decidan tener hijos en contextos donde solo hay pobreza e hijos que probablemente crezcan con resentimientos y posturas revolucionarias, ante un sistema donde verán a otros felices, cuestionándose por qué ellos no tienen esos privilegios. Pero, qué significa Dios, en términos hebreos. Los textos sagrados dicen que se presentó a Moisés, patriarca bíblico, como: Yo soy el que soy, si Dios en su verdadero nombre signifique: el que es, el que existe, el que llega a ser, siendo esto la base para entender la esquizofrenia o la no entendida aún experiencia del Yo, y su vínculo estrecho con el verbo o las palabras que usamos para definirnos como personas dentro de este mundo si el óptimo es llegar a ser o existir, y darse con la sorpresa que eso solo es propio de Dios, siendo inclusive el pronombre personal en primera persona: Yo, no de la humanidad en su totalidad, sino solo de Dios, si en su afirmación añada además: soy, del verbo ser, si el verbo es la acción propia del sujeto. El predicado en nuestra habla desde un pronombre personal en primera persona es acuñado y reservado solo para Dios. Tener consciencia del Yo es tener consciencia que no somos nosotros quienes nos representamos, que el Yo solo pertenece a Dios y, para las mentes débiles esto es motivo de desquicio en el momento lúcido de su entendimiento. A esto se le llama: la experiencia del Yo, difícil trance de superar, impactante como un severo hallazgo donde se comprende que las palabras que usamos definen nuestra alma o visión de la realidad, y que nuestra alma busca todas las palabras posibles para entenderse y comunicarse, marcando límites en nuestro entendimiento, inclusive para los eruditos que, conocedores de todas las palabras, no logran explicar al ser humano en su situación de ser pensante que no se entiende y padece por ello. Querer expresar un sentimiento que no logra ser comunicado con palabras, es la peor de las torturas que los especialistas en salud mental no resuelven hasta ahora si, las experiencias no son iguales para todos a pesar que se conviva en una misma sociedad y, es en base a estas experiencias que las personas definan sus propias palabras, destruyendo todo intento de comunicación, siendo en el mejor de los casos un privilegio para los intelectuales en la aproximación a lo que se dice en un diálogo cuando se conquistó la comunicación que alcanzó el entendimiento entre un grupo de personas. La realidad es que aquí se impone no la verdad, sino la voluntad del más fuerte, así este no tenga la razón y, ante ello, nada se puede hacer, cuando uno se encuentra con alguien que tiene más moral y aplomo e impone sus propias reglas muy a la disconformidad de las mayorías que las acatan a pesar que el que las impone no tiene la razón, pero las impone por el miedo que de manera de facto ejerce sobre un grupo social o el mundo mismo inclusive. Visto de esta manera, los más fuertes crean leyes para los demás, leyes que ellos no cumplen, pero exigen, los demás las cumplan. Esto es lo que somos, seres dominados por seres más fuertes que padecen de la misma circunstancia, ser dominados por alguien más fuerte en base al miedo y si es posible, el terror. ¿Se heredan estas cualidades?, diré que sí, esto está en los genes, siendo por ello que las mujeres se inclinen a preferir hombres al momento de querer procrearse que ostenten este tipo de poder, así carezcan de un nivel desarrollado de intelectualidad, si estos sean privilegios para personas dotadas de un instinto de supervivencia muy desarrollado donde entienden, solo los más fuertes superviven, porque los eruditos a mi entender, abrazan causas impuestas por sus estudios donde lo menos que desean es perder el tiempo criando hijos que los aleje del estudio. ¿Selección natural de la especie?, ¿o la garantía que hijos sanos, fuertes, supervivan en un mundo difícil, sin importarles a las mujeres que sean éstos brutos o zopencos?, porque un bruto o zopenco, cuando alcance la consciencia de su ser, no imposible, tendrá intelecto. Porque en un mundo corrupto, alguien sabrá cómo hallar la manera de hacer dinero fácil, sin importarle su sumisión con quien sea, así sea al costo de tener que ir a prisión para que cuando recuperen su libertad, sean expertos delincuentes que expertos en el arte de hacer dinero ilegal, gocen de una vida llena de comodidades donde las mujeres puedan darse el lujo de disfrutar de la existencia. Y en esto no cabe la moral ni la ética. Un mundo así por tanto no consiente a las personas buenas y honestas, honradas, personas que quieren hacer bien las cosas que ignoran cómo están dadas las reglas del juego aquí y en cualquier parte del orbe. Por lo escrito: ¿importa el ser bueno o malo? Creo que eso es una decisión personal, dentro de lo duro que puede ser un día para cualquier ser humano, sin distinción alguna. Más adelante escribiré sobre la vulneración de consciencia en relación al sexo, el cómo éstas influyen en la identidad sexual, ya que he escrito sobre el placer y el amor, o la búsqueda del amor, si el ejemplo emblemático sobre el amor en esta parte del mundo es Jesús y este libro trata precisamente sobre la esquizofrenia que no elegimos, algo no entendido ni comprendido y que la medicina intenta tratar con psicofármacos que pocas veces tiene éxito en pacientes que sean estables y sean libres de elegir la paz y felicidad, si estas elecciones se sujetan a una realidad donde se depende del dinero, en un modelo de convivencia socio-económico donde las personas sienten que pierden su vida en el trabajo, sea desde la salud a la frustración de no haber alcanzado su ser, sino queremos pasar por este mundo como seres humanos anónimos que no seremos recordados por la historia, en el término impuesto de la trascendencia, si es que se nos han impuesto muchas otras misiones desde que el hombre aprendió a aprender, en el uso de una razón vulnerada por creencias que forjaron fuertes convicciones que bien pueden ser consideradas como enajenación, si la enajenación es perder la personalidad de uno, para que dentro de sus pensamientos exista la razón de la inteligencia de algún referente del pasado, como fórmula para enfrentar y resolver su vida o al mundo, si fuera un líder con responsabilidades mayores, porque cuando los pacientes psiquiátricos y las personas no diagnosticadas, confiesan escuchar una voz o voces en su mente, esto no significa que la persona esté poseída por demonios o malos espíritus si, hemos llegado a tomar consciencia que estas voces siempre han existido y existirán en todas las personas, de manera consciente o inconsciente, desde una memoria que tiene las mismas características, desde la que estas memorias se manifiestan a través de voces que son parte de nuestro aprendizaje, y afloran o aparecen en nuestros pensamientos de manera notable y dañina, en los estados de confusión, donde se pierde el dominio de los pensamientos y, se manifieste una descompensación en el cerebro de las personas, donde su mal funcionamiento haga que la memoria prevalezca sobre la lucidez, si el objetivo de los psicofármacos es ayudar al buen funcionamiento de las sinapsis entre neuronas, pudiendo con la ayuda de tratamientos, ejercer el dominio de lo que se desee visualizar o pensar, como sucede de manera adictiva con las drogas alucinógenas donde se pareciera entrar a otra dimensión, donde los sentidos exploran otras realidades, como evasión a experiencias intolerables donde no se soporta la realidad en la que estamos todos. Un cerebro donde las sinapsis en vez de ayudar a la persona a ejercer un dominio sobre su consciencia, despierten la memoria, repercute en recuerdos donde la información de vida acumulada en cada neurona, vuelva a manifestarse, con voces que desde el inconsciente se escuchan y atormentan a los que padecen esquizofrenia, desde la confusión donde se ha perdido toda objetividad o capacidad de lucidez para ver con claridad la realidad o a uno mismo. Las lobotomías fueron prácticas usadas en el siglo XX para borrar del cerebro esa memoria que hacía daño a los pacientes que padecieron de perturbaciones mentales; en tiempos pasados se creyó que estaban endemoniados o poseídos; sin que sea necesariamente uno erudito, estas memorias afloran o aparecen en la mente, en los pensamientos, donde sin haberse tomado personalmente consciencia de este hecho, se empieza a dialogar uno mismo con esas voces dentro de la mente, en el deterioro del cerebro, hasta dejar de pensar en primera persona, para dejar de tener esta facultad y ser un cúmulo de voces donde la imaginación que es propia del ser humano y fue como es necesaria para crear todo con lo que contamos, sean desde las ciencias, artes y tecnologías, en lo que bien se llame, una enfermedad mental, la imaginación se desarrolle de manera dañina y domine con esas voces a la persona, si fuera el caso de las neuronas donde se almacenó el estudio y el intento de comprender los misterios de dios o Jesús o en el peor de los casos del diablo, todo siempre dentro de una imaginación que puede ser corregida con drogas legales, si afirmé párrafos anteriores que somos bioquímica, y una bioquímica enferma solo puede degenerar en una mente enferma que hace sufrir a la persona que padece esa descompensación que hay en su cerebro. Porque la imaginación dentro de nuestra mente no solo es visual, también es verbal, dentro de lo que bien llamamos: creatividad. Así, con un cerebro en deterioro, donde la imaginación y creatividad muy desarrolladas terminan por hacer daño al ser humano, desplazando la voz personal en primera persona del individuo por muchas voces, dentro del estado de confusión, embrutecimiento, que en realidad es una suma de malas sinapsis entre neuronas, hará que la voz de Jesús domine los pensamientos del sujeto que ha perdido su propia prédica, para ceder a la prédica de Jesús, en lo que bien llamamos: inteligencias vivientes, si deba ser claro en esto: las personas mueren, pero si trascendieron en la historia, dejaron su legado no necesariamente en los libros que no se leyeron, sino en el saber popular donde la gente ignora, usa palabras o frases o filosofías para cohabitar entre unos y otros que, son la repetición de quienes en otros tiempos que pueden ser ancestrales, marcaron épocas, quedándose para siempre en los diálogos cotidianos de personas, sean cuales fueran su condición social o contexto. Las personas ignoran que dialogan usando frases que otras personas antes ya las dijeron y, en el caso de la enajenación o haber cedido al legado de Jesús y sus enseñanzas, como inteligencia viviente, si entienda que eso es lo único que trasciende al tiempo, cedan a la inteligencia viviente por ejemplo de Jesús y, usen sus palabras o enseñanzas al momento de estar dentro de la realidad, lo cual es una forma de esquizofrenia en este lado del mundo, donde la persona ha perdido su propia inteligencia para que en su fuero interior, aparezca la inteligencia viviente de un personaje del pasado, lo que bien llamados legado o aportes para el pensamiento y búsqueda de respuestas ante la vida misma. Un paciente psiquiátrico que haya perdido su propia inteligencia o ser y haya cedido ésta a una inteligencia viviente como en el caso de la dejada por Jesús, es alguien que ha sido vulnerado en su consciencia y ha perdido su propio ser, un ser fácil de formar desde la niñez de manera generacional, si esto ocurra de manera diferente en otras regiones con distintas creencias, tradiciones y costumbres. Los personajes que trascendieron a al tiempo y están registrados en la historia universal que conocemos, dejaron hechos influyentes que son seguidos, como verbos o predicados que se manifiestan en el habla y razón de los que han perdido su identidad o ser, son expresados en los psiquiátricos o sanatorios mentales, sin que se pueda entender el fenómeno de la esquizofrenia, siendo un fenómeno o misterio que no pudo entenderse y se evidencia en el haber superado los límites de lo que somos capaces como seres humanos, ocasionando un deterioro del cerebro a lo que se llamó demencia, cuando además de saber que no podemos resolver interrogantes fundamentales propios de la filosofía, en el día a día, las personas padecen desgastes emocionales, cada quien desde donde esté, sea con responsabilidades mayores o existencias con mínimos esfuerzos. ¿Podemos borrar de nosotros la manera de interpretar la existencia, como principios de entendimiento para con la vida, basadas en las inteligencias vivientes como por ejemplo la de Jesús, de nuestra historia?, la respuesta es no, Jesús en esta parte del mundo es cultural, forma parte de nuestra interpretación de ese todo llamado universo y que explica el qué hacemos aquí. Todo intento revolucionario de haber querido reescribir la historia, borrar de golpe todo vínculo con el pasado y, haber querido empezar un modelo de convivencia social desde cero o un inicio inventado como nuevo, ha enfrentado a los patriarcas o líderes revolucionarios al mismo dilema: si borro el legado o las inteligencias vivientes culturales contra las cuales me he rebelado para que mi pueblo sea libre, qué respuestas dejaré donde ya nada queda, si me sé un ser humano que inevitablemente, al querer entregar nuevas sabidurías, sin quererlo, esté convirtiéndome en otro Cristo, si entienda, estos fueran los razonamientos de quienes quemaron libros he intentaron rehacer la historia con nuevos magisterios, incluyendo en esto, la desaparición de las inteligencias vivientes que serán vueltas a hallar cuando un integrante de su comunidad descubra en otras latitudes, lo que fue prohibido por haber causado mucho daño donde vive. Decir que una idea hace pensar, es decir que las neuronas empiezan a reaccionar y a crear e imaginar, si dentro del desarrollo de la imaginación y creatividad, el cerebro sea sensible ante nuevas visiones del mundo, si haya un estrecho vínculo entre la palabra y las neuronas por contar con el don del verbo y, esta es nuestra notable característica como seres humanos, reitero, esto es inherente o propio del ser humano, imaginar y crear y, todo lo que nos rodea es consecuencia de estas facultades psíquicas que van también en perjuicio de los seres humanos. Eliminar las facultades psíquicas con tratamientos donde se anulen las cualidades imaginativas o creativas, es ir en contra de lo que somos como seres pensantes que, para supervivir, dentro del instinto de supervivencia, necesite de estas facultades o cualidades para seguir aquí, extirpar la sede de éstas del cerebro o anularlas con fuertes drogas enervantes solo nos conducirá a la desaparición de nosotros en este mundo. Si deba expresar esto con más claridad, las drogas legales permiten que las personas puedan tener mejores condiciones para dominar sus pensamientos y solo exista su voz personal dentro de su mente y no, las voces de inteligencias vivientes que cobran vida como definido está y anulan al ser original, auténtico, el que debe ser o existir con su propia visión de la realidad dentro de los necesarios aportes de cada quien, si fuera posible, para la sana convivencia. Pero, ¿puede alguien ser original o puro en su originalidad sin tener que recurrir a psicofármacos? La respuesta podría ser no, en civilizaciones precolombinas, creyeron que, al hacer trepanaciones craneanas, donde se colocaban dentro del cráneo, planchas de oro o plata, para curar a los enfermos mentales, nos remonta a un pasado donde ya se evidenció que solo podemos alcanzar ese ser o llegar a existir de manera artificial, es decir, con la ayuda sea en este caso, ahora, con drogas legales, para no volver a la barbarie y perder totalmente lo poco de civilizados que tenemos, si de homo sapiens, poco tenemos, dentro de todo lo que ocurre, ocurrió y ocurrirá en nuestra historia y el devenir del tiempo. ¿Ser entonces auténtico y original, tener un ser o esencia pura, es algo ideal, utópico e imposible? Llegar a ser, a existir, explicado como atributo propio de Dios como una inteligencia viviente, desde nuestro inconsciente responda a las exclamaciones e invocaciones en momentos extremos donde inclusive no se fue oído, como lo registra la historia en eventos donde estuvimos muchas veces a punto de desaparecer como especie en este mundo, si vivamos constantemente bajo esa amenaza. No elegimos nuestras raíces o arraigos, creencias culturales sea dicho con precisión, otras supersticiones arraigadas habríamos heredado si hubiéramos formado parte de civilizaciones en otros tiempos o, ahora, integráramos como seres nuestra existencia en otra cultura, con creencias muy diferentes, con otras inteligencias vivientes ante las cuales nadie quiere erradicarlas, para no ceder a la locura que es propia del fracaso que desalienta, cada vez que aparece una mente notable y prodigiosa que toma consciencia de esto escrito y si ha superado el trance de la locura, entiende que debe ceder a lo impuesto por su orden establecido porque no tendrá todas las respuestas que resuelvan las interrogantes que los iluminados asumieron responder en su compromiso como sacrificio ante el ser humano, si en esto se les fuera impuesta una misión como creencia, un destino del cual no pudieron liberarse. En Francia no eligieron los esquizofrénicos ser Napoleón Bonaparte, si a esto también se le llame despersonalización, es decir, haber perdido su personalidad para que dentro de ésta otra personalidad viva. A esto se le llama: inteligencia viviente, inteligencia que usurpa la mente de una persona para que allí cobre vida otra personalidad. ¿Esto sucede de manera casual?, la respuesta es no, la sociedad necesita de líderes visionarios que nos enseñen nuevas formas de convivencia social, porque sabemos que no somos felices con los legados de las inteligencias vivientes con las que contamos. Somos seres humanos sacrificados en su totalidad, en la búsqueda de salvadores que nos enseñen a vivir. Estar por sobre encima de todo esto es haber llegado a adueñarse de una cosmogonía que pocas personas puedan entender, cuando explicado de esta manera, el vivo temor a ser libre y ser, existir, se sujete a experiencias tan duras como la esquizofrenia que no elegimos. Nadie eligió ser un Buda o un Confucio y, los fundamentalistas del Islam, son una copia o reflejo del fundamentalismo que fue propio de los judíos si lo sigue siendo, si ese fundamentalismo los defina como comunidad, como cultura, contra la cual no pueden ir ellos mismos, de lo contrario no tendrían verdades con las cuales defenderse ante un universo que la ciencia trata de explicar solo con teorías, en medio de contadas leyes que no son exactas y se prestan para la duda y la conspiración, por no ser totalmente convincentes. Entre los modelos a seguir y la expresión del niño: quiero ser como tú, sea dada esta identificación por la admiración o inspiraciones provocadas por alguien que ha desarrollado su personalidad, revela lo cuan vulnerables somos desde niños. Las primeras civilizaciones o lo que sepamos de estas, en el total desamparo, concluyeron que debían o debía existir un ser superior, porque llegado el momento, nos damos cuenta que necesitamos la certeza que alguien fue más allá cuando todo fue caos y oscurantismo, anomia y confusión generalizada. Si de este duro inicio, los sabios en consenso a edades avanzadas y lúcidas, eligieron a personas para que respondieran lo que ellos no pudieron resolver, en la esperanza que los elegidos fueran mejores guías que ellos, en el seno de cada cultura, hubieron personas destinadas a ser más sabias o iluminadas, cristos o salvadores para momentos definitivos, cuando estos longevos sabios percataron que el devenir de los tiempos es drásticamente cambiante y que ellos no eran eternos, así, los patriarcas fueron eternos aprendices de sus propios pueblos, quienes no solo les eligieron por linajes separados para ser sagrados, en el empeño que ellos les enseñaran a guiarles bajo el rigor de una consciencia que fuera superior a la de ellos, al hecho de saber a exponerse que estos primeros patriarcas se autoproclamasen dioses vivientes, tiranos o amos que reclamaran inclusive sacrificios humanos. El rigor de la formación de estos Mesías ha sido truculento, con el fin de convencerles y hacer convencer a las personas que hay vida en un más allá, a pesar que sabemos, solo existe esta vida y, en todos los fines del mundo experimentados, los Mesías que prometieron volver, nunca volvieron, que solo existe esta vida, pero que, en su legado para las siguientes generaciones, el arraigo de creencias les entregara la certeza de paraísos o infiernos, dentro de las centurias o milenios que bajo las tragedias humanas inevitables permanecieran en la fe que escribí como idea, en lo que bien llamé: la inherente exclamación ante el infortunio o catástrofe. Todo texto sagrado se ha perfeccionado con el pasar de los siglos, solo un evento muy cruel instaría a la pérdida de la fe y la búsqueda de un nuevo patriarca o guía. ¿Esto es esquizofrenia? Autoproclamarse dios o ser tirano con un pueblo donde se exija sacrificios humanos para atraer la protección ante cataclismos está muy lejos de ser un homo sapiens, es decir, un hombre sabio, si se ha tomado consciencia de la clase de sabiduría con la que contamos, a pesar de tener cualidades extraordinarias para innovar en las ciencias, artes y tecnologías. El haber tomado consciencia que hay personas inclinadas a la sabiduría no es propio solo de la intelectualidad o filósofos, cada uno de nosotros nace con un don o cualidad, un talento a desarrollar, la mayor frustración del ser humano es no haber logrado potencializar estos dones o talentos, ¿esto explica el vacío existencial?, ¿explica una razón de ser negada?, ¿retrata a una multitud humana que muestra su rostro del fracaso doliente?, ¿revele esto una humanidad que siente ha sido destruida en sus sueños anhelados con mucho empeño y pasión?, ¿es el fracaso el inicio de la perversión y el deseo de hacer daño a personas inocentes? Hemos escuchado alguna vez: lo perdí todo, ya no valgo nada, perdí mi razón de ser, lo que me motivaba e inspiraba a luchar por mis metas. Para los que fueron recompensados, el dinero fue un alivio que no resuelve nada dentro de pensamientos donde se piensa: por qué él sí hará realidad su meta si yo no pude hacer realidad mi meta. La historia registra que, en el arte de la vileza o infamia, varios intelectuales fueron convencidos que pertenecieron al sexo opuesto desde criaturas, en plena ignorancia e inocencia, ¿eso crea odios y resentimientos?, ¿deseos de venganza o practicar el mal?, ¿la envidia? Y si estamos en manos de un amo del mundo invencible que tiene el poder y se odia a sí mismo, ¿puede estar segura la humanidad?, mejor dicho, bajo estos términos, ¿alguna vez estuvimos seguros a lo largo de la historia?, ¿qué contenta a la multitud humana solitaria?, la respuesta es nada, un solo cristo no ha podido unir a todo el mundo pese a su sacrificio, ¿qué nos hace felices si en todas partes del mundo todo es diferente, nada es igual y, las razones que exponga yo no son las razones consideradas también válidas para alguien que piense diferente, pero, ¿no es ésta la base de la libertad de fuero interior, de consciencia y de expresión? Es cierto, pero los discursos con la retórica se pueden utilizar para manipular consciencias y corromperlas inclusive. Bajo estos términos, qué es normal en este lado del mundo, qué es anormal en cualquier otra parte del mundo. ¿Un manual psiquiátrico puede ser aplicado de forma general para toda la multitud humana solitaria?, ¿qué es esquizofrenia en Perú en relación a lo que fuera esquizofrenia en otra parte del mundo? Las creencias arraigadas forman parte del fanatismo, pero son derechos ganados sea el lugar en el que vivan las personas. Alguien que ha desarrollado así su propia personalidad y cosmogonía, siempre será un extranjero hasta en el lugar donde viva, por ello, ¿se rechaza lo distinto, lo diferente, se le etiqueta como esquizofrenia al derecho de querer ser o existir?, la pregunta es redundante y necesaria, porque somos bioquímica y sabemos, ésta puede alterarse en todas las formas de emoción que pueda tener el ser humano con drogas legales e ilegales. Solo estamos esperando la droga legal que funcione con toda la humanidad y que no nos impida tener miedo a ser nosotros mismos, si esta droga se base en la paz, la tranquilidad y el goce de la felicidad, en la mejor de las evasiones donde el mundo ideal sea demostrado en la realidad. Si la ciencia logra esto, tal vez podríamos esperanzarnos en un mundo mejor y quizás esta o estas drogas legales ya existan, pero, ¿esto es conveniente a los grandes mercados que dominan la economía mundial?, mejor dicho, ¿los amos del mundo necesitan que sigamos siendo como somos por razones que desconocemos?, ¿razones como el hecho de saber que la paz, la tranquilidad y la felicidad podrían ser contrarias a sus intereses? La única respuesta dentro de todo este libro es que somos la esquizofrenia que no elegimos y, por tanto, un mundo enfermo que es fácil de manipular desde el terror, lo contrario sería un mundo unido, con el logro esperado del desarrollo de sus personalidades y, quizás eso sea un caos mayor, porque no estoy enterado de droga legal alguna que cure la corrupción si deba recordarles estimados lectores que, los campos de concentración siempre han fracasado, sí, esos campos de concentración donde se intentó vanamente corregir a las personas.

© Julio Mauricio Pacheco Polanco
 Escritor y Pensador Libre 
Derechos Reservados Internacionales
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Arequipa, Perú Setiembre del 2022 “

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