LOS TEXTOS SOLITARIOS DEL ESCRITOR QUE NO CREE EN LAS MUJERES
No nos consultan
nada, no nos preguntan qué sentimos, si somos felices, si a veces sentimos
soledad.
Nunca nos
interrogan si el amor que nos enseña esta sociedad alguien lo halló.
No te piden
permiso para matarte con todas las de La Ley, mucho menos consideran tus
derechos humanos.
Aquí los que
tienen poder hacen lo que les da la gana con nosotros, nos rebajan a ser
animales que hablan, porque antes creíamos ser seres humanos, homo sapiens, o
la creación de un ser divino, ahora sabemos que el mal puede ser inducido en
contra de nuestra voluntad, que a las personas en vez de enseñarles a ser
buenas, las vuelven infames y totalmente escépticas del resto de seres, de una
sociedad que no tiene el derecho a ser feliz.
Particularmente
me niego a traer hijos a un mundo donde los que no acatan lo que dice el
sistema, serán aislados hasta terminar en psiquiátricos, por ser diferentes,
como lo soy yo, que me he quedado en mi propio espacio, contemplando a las
personas, sin ningún deseo de hacer nuevas amistades, de querer intimar con
ninguna mujer, mucho menos entregar mis sentimientos a quien se presenta
diciéndome: soy complicada, tóxica, jodida, difícil, ya tengo bastante con lo
que me decepciona el mundo como para enredarme con mujeres que creen: si no
duele, no es amor, si no celas, no es amor, si no sufres, no amas, si no eres
infiel, eres aburrido, si no tienes dinero, no eres interesante, si no eres
malvado, no eres un buen semental para traer hijos igual de malvados que puedan
con este mundo de mierda.
Estoy escribiendo
textos que van en contra de mi original forma de ser, quien proclamó a los
cuatro vientos que solo escribiría en nombre de la felicidad y veo, ésta ha
sido arrebatada de las personas, donde creen que lo material puede remplazar a
las personas que se han perdido.
Descreo que
las personas, a pesar que siempre despierto feliz y con buen humor, mas sé, los
rostros amables pueden estar llenos de vileza y crueldad, que nací en un
momento de la historia donde las mujeres quieren dominar a los hombres, donde
están convencidas que así deben ser las relaciones de pareja. No, bajo esas
condiciones donde se me prohíbe de antemano todo aquello que va en contra de mi
espíritu libre, me espanta, me aleja de esas muchachas que no se entienden, que
siguen repitiendo las mismas fórmulas para un amor que ni ellas logran conocer,
creyendo que mostrándose casi desnudas en las redes sociales, ya lo han logrado
todo, ignorando que los años pasan rápido y la belleza se pierde en pocos años,
¿es todo lo que tienen que ofrecer?, porque cuando hay caos en el mundo, lo
primero que hacen es querer deshacerse de uno si es que uno fuera millonario,
para quedarse con toda la fortuna y buscar amor en otra parte, claro está, sin
suerte y con muy mala fama.
Muchas se han
quedado solas y están desesperadas, corrompidas totalmente por lo que ha pasado
en el mundo, toda una generación de mujeres que ya no sirven para ser madres y
que están enseñando a sus hijas, cómo debe ser el amor, sin darse cuenta que,
las están engrosando a ese universo cada vez más creciente de mujeres que crían
animales.
Si el amor
pasó de moda, ya no hay milagros para que resucite, el momento verdadero pasó y
en vez de enseñarnos lo que era el amor, nos declararon la guerra y nos
desearon la muerte a los varones.
Es lo que
puedo testimoniar y esto nadie lo puede negar, son los textos de los solitarios
a voluntad que no creemos en las mujeres.
Derechos
reservados para
Julio Mauricio
Pacheco Polanco
Escritor y
Pensador Libre
Arequipa,
Perú
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