SOLO QUEREMOS ESPERAR, JAMÁS ENCONTRAR



 

En otra parte hace mucho frío, en otra parte caen bombas, en otra parte hay hombres en el frente de batalla, en otra parte hay ciudades destruidas, en otra parte nadie puede hacer nada, en otra parte el cielo es indiferente y la Luna absurda.

En otra parte venció el dios de la guerra y el amor se diluyó, se fue bien lejos.

Bancos que quiebran, hombres y mujeres que observan todo de lejos, bancos que quiebran, somos civilizados, ¿homo sapiens? Ve y busca a los sabios, no hallarás a nadie, ya estoy muy viejo para creer en eso que ustedes los intelectuales llaman: la inteligencia.

No es mi voluntad ni la de todos, quizá nunca sepamos quiénes deciden por nosotros. Hay años donde perdemos la razón, años donde después de recapacitar, volvemos sobre la misma reflexión: ¿qué hemos hecho?

Un discurso no hace nada, una bandera de la paz tampoco.

El carbón llena las chimeneas y la niebla invade las ciudades, hace frío en otra parte, la gente se ahoga, no hay opción. Desde donde estoy todo es rutina, los días se repiten. Las muchachas se preguntan: ¿de qué se queja tanto el escritor si está muriendo gente en otra parte a cada instante?

¿Me quejo porque aquí tampoco hay amor? O porque veo muchachas que no podrán ser mías, no porque no quiera, sino porque sé en qué termina todo. ¿Vale la pena perder la paz por el amor? ¿Valen la pena las guerras?

Los poetas han escrito tanto para nada. Creí saber la respuesta para que la sociedad fuera mejor. ¿No es normal para todos fracasar en este intento?

Para despertar, Coca Cola, panes con queso y unos cuantos cigarrillos mentolados. Detrás de mis silencios hay bastante rock en un idioma que desconozco, por qué debería aprender inglés si mi lengua es el español y a pesar de haber escrito tanto, siento que no lo domino como un maestro.

Antes de entrar a los sueños incoherentes que ni Freud pudo resolver, dejo prendida la computadora para tratar de robarle las horas a la noche, estudiando desde documentales que relatan sucesos pasados de la historia.

Esto siempre ha sido así. Y nos hacemos llamar una especie inteligente. Creo que solo somos una especie a la deriva buscando héroes generacionales que no resuelven nada. Alguna vez intenté todo y conocí todo el peso del poder sobre mí. Los escritos, los escritos no sirven de nada, tampoco una voz en solitario.

Las calles vacías a esta hora de la noche. Nadie camina por la ciudad. Algunas parejas hacen el amor como si descubrieran un nuevo mundo, otras solo duermen en camas separadas, otras no duermen porque mañana será un largo día donde el dinero no volverá a alcanzar.

Rostros felices que a fuerza de no poder llorar solo sonríen.

A esta hora, dentro de todos los vacíos posibles, la desesperación es beber sin detenerse, rodeado de muchachas en bragas que también se preguntan si para eso han venido a este mundo. Los hombres beben porque les han enseñado que solo de esa manera se puede ser feliz. Las muchachas en bragas ya no se excitan con el olor a orgasmos. ¿Algo anda mal con todos nosotros? Ellas se sientan en los muslos de los ebrios parroquianos que fueron en busca de placer y se quedaron dormidos sin haber hecho el amor, ellas se marchan en tacones rojos altos sin haber hallado algo que alivie a sus corazones derrotados. El día que dentro de todas sus guerras dejen de creer en un volver a empezar, ese día, el desencanto será mayor, como su odio.

¿Odian la mayoría de personas? Creo que nadie está contento aquí. Y sin embargo la paz que es tan dulce está tan cercana, pero su aprendizaje es duro y nadie quiere asumirlo.

Evasión con drogas y risas falsas.

Me senté para siempre desde donde nada nuevo ocurrirá, sin embargo, sé que es lo mejor.

Diálogos vencidos por la desesperanza. ¿Apología al mal y la corrupción? ¿Qué les puedo decir a los muchachos intelectuales que no soportaron las duras noches en soledad? Me dirán que un líder enseña cómo enfrentar la existencia, lo verdadero es que los jóvenes buscan sus propios líderes, nunca estuve dentro de sus expectativas por aburrido. Los libros densos son excusas para no aprender nada. La juventud es algo tan fugaz, como el voltear página tras página y saber que nadie pudo hacer nada cuando estuvimos en crisis.

La ciudad es como un desierto llena de locos que gritan incoherencias y a los cuales nadie hace caso. Se sientan a las mesas a comer bien, el día siguiente carece de importancia, todo es incierto, mientras se pueda, mientras haya dientes, se podrá morder carne a medio cocer. Una crema caliente para el frío o los que no tienen muelas. Los diarios que nadie quiere leer. La televisión que nadie usa. El cine en el que nadie ve ya nada nuevo. ¿Ir al mar para reventarse la cabeza tratando de entenderlo? En las celdas los presos no tienen opción para luchar por el bien y este mundo parece una celda inmensa.

Estas cosas no las entienden los niños. Es duro tener consciencia, es duro ser reflexivo, es duro alcanzar la madurez, es duro pensar, es más fácil el vacío de la evasión, así ya no resulte, así se muera de a pocos a cada hora. La soledad es eso que recuerda a las personas que hay algo en ellas que no les agrada. ¿Alguien que no soporta su soledad, puede amar?

Las muchachas cada día son más hermosas y fáciles de echar a perder. A los 40 años recién empiezan a querer amar de verdad, después de tantos errores. Lo peor es que no saben cómo amar y de qué manera amar. Algunas se vuelven expertas en el Kama Sutra, otras en el arte culinario, algunas leyeron todos los libros para ser buenas conversadoras, hablo de las que tienen suerte, porque a partir de los 40, ya se tiene una vida hecha, con hijos y pasado, tristezas y renuncias, fue fugaz la juventud, llena de errores, diré, descontrol de hormonas. Anda y proclama la paz mundial mientras las muchachas arden en deseos de placer sin poder controlarse.

Dirás que en los jóvenes todo es perdonable, porque no escuchan lo que se les dice, porque escuchan lo que se les dice, pero sus hormonas les dominan, porque no les da la gana de hacer caso, porque aún no han escarmentado, porque es muy aburrido ser buena persona.

¿No habría sido mejor hacer el amor hasta el amanecer en vez de escribir? Estoy seguro que sí, pero mientras en otra parte la gente se está matando, aquí las muchachas no tienen consciencia de ello, solo quieren pasar el rato, así sean cuarentonas aburridas de todo.

¿Contra qué se han peleado para estar en constante conflicto? ¿Quién les vulneró la mente para llenarlas de ideas que las volvió viejas y llenas de miedo?

Los bebedores sedientos buscan otros bebedores para poder hablar. Los sexistas siguen compitiendo entre ellos y se han olvidado de disfrutar del placer.

Un hombre culto compró un telescopio de largo alcance, era un hombre muy escrupuloso y pegado a las normas, instaló su telescopio y al contemplar el universo mandó todo a la mierda y transó con la corrupción.

En los psiquiátricos están los verdaderos hombres sabios que guardan silencio, toman pastillas igual que yo para no meditar en todo lo que saben. (Puedo dar mi opinión como escritor y pensador libre, pero la gente quiere primero dinero, con una opinión no se resuelve nada).

He borrado de mis pensamientos a los pensadores que escribieron en otros idiomas, aprendí a no confiar en las traducciones. Casi 51 años y solo necesitar escribir. No ha sido fácil para los demás, tampoco para mí. ¿Me llené de mundo para convencerme?, o preferí escribir para evadirme de todo lo que no puedo resolver. (Fui silenciado en mi sueño, pero esto es común para cada quien en lo suyo).

Unos años estudiando agudamente me convencieron que nadie quiere respuestas, mucho menos preguntas que son consideradas tontas, por más elementales e inevitables que sean. La gente sana evita esas preguntas lo más pronto posible. ¿Puedes armar un rompecabezas donde nadie retornó lúdico en el intento? Solo puedo decir que nadie eligió pelearse con el mundo. Y sin embargo aún hay locos a esta hora gritando en las calles sin que nadie les haga caso, a pesar que estén diciendo cosas muy reales. La indiferencia no es un pecado, es una seria advertencia de saber, nada podemos hacer para resolver este estar presentes. Junta cien personas y puede ser un caos, el final de tu credibilidad o más vidrios rotos que desencadenen una gran guerra.

Hubiera preferido hacer el amor toda la noche a escribir, pero a mis casi 51 años cuesta mucho presentarse ante una mujer que enloquecerá con todo lo que responda ante sus preguntas. Tampoco es sencillo hacer el amor como si se fueran dos desconocidos, eso está bien para con las putas, pero lo que menos quieren ellas es conversar, o quizá me aburra de lo que digan ellas y por eso me exprese de esta manera.

¿Ya sabes que los niños hablan solos sin que les enseñes tus palabras? Puedes orientarles en algo, pero, ¿debo recordarte que los jóvenes nunca escuchan a los adultos?

Las flores siguen allí en la ventana hasta en noche de Luna, con botellas llenas de agua, brujería tú dirás, porque sean muchachas o mujeres con vidas hechas, aún sueñan con el amor.

Hoy no tuvo coraje el muchacho de la moto para pasear por la ciudad que es inmensa, a pesar que es solitaria a esta hora. Otros se cansan apenas amanece un nuevo día. Es media noche y en mi circunstancia es distinto, suelo escribir hasta que los dedos de mis manos dejan de obedecerme, en ese momento me siento muy frustrado, porque es cuando he alcanzado el grado de inspiración donde todo lo contemplo con más claridad y sé, serán escritos olvidados, porque mañana escribiré sobre otras cosas. Calo de mi cigarrillo mentolado y quiero creer que hay una razón para todo esto, que por alguna razón tenemos consciencia de todo lo que nos ocurre y que no somos vanos. ¿Entienden mis lectores por qué se evaden las personas del tener consciencia que existen? Pero con algo tenemos que llenar nuestros pensamientos para no enloquecer, es extraño, esto es adictivo e igual de nocivo, qué es peor, ¿ceder a nuestros pensamientos?, o mantener la mente ocupada en los escritos de algún escritor que sabemos, nos hará daño.

Salí a ver la Luna, fueron solo segundos, es inútil, no sé qué representa, no llegaré nunca a ella, es otra renuncia más, es un satélite que gira alrededor de este mundo, no sabré qué hay más allá de ella, no sabré dónde acaba este universo, nunca sabré hasta dónde llegó mi mirada cada vez que veo el firmamento.

Y sé que, en alguna calle de la ciudad, están las muchachas bebiendo con los muchachos, están hablando de temas que no recordarán al día siguiente. Hoy acaba de embarazarse una muchacha y otra acaba de abortar. Desde algún café solitario, alguien se ha quedado dormido sin terminar su bebida, al amanecer será despertado porque debe ir a trabajar, mientras que otros duermen en sus autos en campamentos, duermen con un arma sujetada en la mano, el dedo en el gatillo, no es fácil el dormir para algunas personas. Mira que es descabellado caminar a estas horas por las carreteras, ¿ya llegaste a subir la montaña más elevada en este mundo?, ¿qué viste que yo no sepa? Te diría que te sientes a mi lado para que me comentes todo lo que sabes, pero es bien probable que no sepas hablar español y yo, menos tu idioma. Sabemos tanto y no podemos comunicarnos. ¿Viste los ojos del león?, yo vi su temor, pero no su cobardía, miran a los ojos con miedo, sin embargo, no es fácil sostener la mirada de terror de un león.

Y los poetas escriben y vuelven sus poemas que serán publicados dentro de 10 años. Tanto tiempo para unos poemas que nadie hallará y, cuando sean hallados, no serán terminados de leer. Raza incomprendida de intelectuales, o inservibles personas que han porfiado en lo innecesario, porque en otra parte, siguen cayendo misiles, siguen muriendo soldados en el frente, siguen las fábricas produciendo armamento, siguen las chimeneas emanando niebla que ahoga, asfixia, y en otra parte, los platos de comida son baratos pero no hay quien los compre a pesar de ser deliciosos, allí hay ajustes de cuentas desde la primera guerra mundial, junto con varones que nunca salen de sus casas, al hecho que el lugar es hermoso, maravilloso, pero maldito. Quiero pensar que el amor es un sueño del cual nunca se despierta, porque eso queremos pensar todo el tiempo todos. Quizás en eso nos hemos terminado por convertir, en las eternas personas que esperamos el amor y que huimos espantados cuando alguien aparece, y nos quiere malograr el sueño, porque nadie quiere amar, solo soñar con que se amará algún día, con la esperanza que ese día nunca llegue.

A esto nos resumimos en la década de los veinte en este nuevo siglo donde está pasando de todo, justo cuando creímos, éramos mejores que los del siglo pasado.

 

Todos los derechos reservados para

Julio Mauricio Pacheco Polanco

Escritor y Pensador Libre

Arequipa, Perú

 

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