LAS MUCHACHAS LANZARON MILES DE BOTELLAS DE S.O.S. Y ESTÁN EN MI ORILLA PARA LEERLAS
Los editores
recomiendan, (me vale un carajo lo que recomienden los editores, si siempre
cambian cada vez que se les antoja, todo un libro entero si les da la gana, por
esas razones de que un libro debe venderse) y, así, los editores recomiendan a
uno, no escribir cuando está lleno de furia, (váyanse al carajo, que puedo
defender lo que escribo y acusar si es que algo cambien de mis escritos), que
de pronto, sentimos en una hora dura del día que bien, o estamos diciendo
verdades muy duras, o hemos perdido la razón como toda persona cuerda que sabe,
debe contenerse antes de decir algo que, destruya lo poco de esperanza que
puedan tener algunas personas, no todas, porque la mayoría vive sin esperanza.
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Hace tiempo que me acostumbré a estar
rodeado de personas que se niegan a pensar por esas sanas razones que los artistas
no aprendemos jamás.
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Dime muchacha que ahora tienes tu
vida hecha, ¿cómo debo agradecerte que te fueras de mi vida para que sea tan
feliz ahora?
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Las mujeres dicen que prefieren
hombres simples, no tan intensos u diferentes como yo, creo entender que soy
alguien a quien no podrán dominar nunca, sea tal vez porque domino la palabra
o, porque practico el sexo fuerte y me olvido al poco momento de lo que es el
amor, ¿eso explica el por qué prefiera estar solo?
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En esa avenida larga alguna vez fui
muy feliz pero no recuerdo si fue haciendo el amor, armando un escándalo ante
una muchacha quien, feliz, contemplaba el pasar de personas, porque a ellas les
encantan las escenas de celos, ¿alguien me puede ayudar en este tema en
relación a las mujeres?, porque mientras a uno se le revienta todo por dentro,
ellas memorizan todo detalle, para relatarlo como su gran historia de amor, por
supuesto que no existen los finales felices.
Dicen que el
amor fue algo tan fácil de tenerlo a cada momento, era un fresco decir te amo y
luego comentarlo con todos los amigos, en esas noches donde uno era joven y
podía beber, cuando en los noventas, las muchachas se cuidaban de no usar
nitrato de plata, para no malograr sus labios, cuando las mujeres casadas no
hacían sexo oral, espera, ¿fue el poeta Cisneros el que se percató aquí en
Arequipa, a inicios del dos mil que ninguno de los presentes supo qué era una
maroca?
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(Es en estos momentos cuando más
necesito a la literatura como si fuera la sensación que dejé de sentir cuando
las muchachas no lograban que alcanzara mis orgasmos), es que ellas eran las
rápidas, carajo, que ellas se chorrearan una y otra vez y yo tuviera que
inventar poses violentas para recordar qué se siente expulsar chorros de
esperma antes de caer rendido sobre ellas y sentir que la vida es buena.
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Supongamos que un buen café o una
Coca Cola me extraviará de esos caminos conocidos por todos, donde solo saben
hablar de los temas de siempre, porque a esta edad, la que tengo, mis amigos
están empezando a confesar, qué sería lo último por hacer antes de morir, pero,
¿tener casi 52 años es mucho camino recorrido?, y entonces, ¿quién explica mis
erecciones que buscan una vulva para profanar?, porque eso es lo más saludable
entre todos los remedios.
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Que no me enamore no quiera decir que
no sienta al amor.
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Siguen hablando de enfermedades, ¿lo
hacen porque están enfermos?, o porque están haciendo publicidad de a gratis a
los medicamentos que toman porque no supieron saber decir qué sienten donde su
médico.
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Prender un cigarrillo, esta noche no
habrá Luna y la oscuridad de mi habitación estará poblada de muchachas que
solían querer saber qué era el amor en una cama con resortes que terminé por
destrozar, (duró 50 años), ¿es la duración del amor?, porque si he de ser
sincero, uno quiere seguir haciendo el amor toda la existencia, hasta morir de
bien viejo, digamos, como Matusalén, pero nos sacan del camino a la fuerza,
mira que tenga que gastarme la mitad del dinero que tengo para el mes con una
cortesana me hacía sentir como un criminal.
¿Y si riego
el jardín como todo buen ciudadano para aparentar que todo marcha bien en esta
ciudad tan normal, donde debemos controlar nuestras emociones, porque si no,
todos terminamos asustados, porque nadie quiere salir en un TikTok de esos que
te hacen famoso sin consultarte?
Dime anochecer,
qué debo decirles a las horas donde lo mejor debería estar ocurriendo,
precisamente en mi lecho, con varias muchachas, ahora que sé cómo hacerles el
amor a 4 muchachas a la vez, con decenas de orgasmos continuos de ellas.
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Esta es la sabiduría de los que solo
servíamos para hacer el amor cuando tenía un precio para no hacer llamadas
tontas a media noche, con mujeres de mi generación, donde solo se escuchan
palabras que producen sueños intensos, sin entender bien de qué se quejan
tanto, porque nadie pone una pistola en la cabeza de las personas al momento de
elegir pareja.
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¿Tú amas a la mujer que está a tu
lado ahora?, perdón, la pregunta es, ¿podrías escribir como yo, si estuvieras
de pareja?, la pregunta es: sobre qué vas a escribir sino puedes escribir sobre
sexo, porque de inmediato las amistades comentarían sobre el olor del sexo de
ella, su manera de hacerme el sexo oral, cómo entro dentro de su garganta,
digamos de otra manera, si se baña después de hacer el amor, o se sigue
haciendo el amor sin ducharse, por días enteros, como quien en vez de usar un
aroma agradable, huele a sexo contra natura u orgasmos vaginales. No, sobre
esos temas no puedes escribir, porque los escritores que tienen pareja solo
tienen un tema a desarrollar, sexo, sexo, y más sexo, nunca los amantes
escribieron libros que fueran expresiones de dulces conversaciones donde se
hace todo lo posible para salvar una relación.
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El amor era simple, como el tener las
manos sudorosas, ganas de hacerse gases, ignorar el olor al sexo de las
muchachas que, siendo muy bellas, se les encontraba en ese fluir mágico de la
juventud donde se perdona y se vuelve a perdonar, hasta que llegamos a pasar
los 51 años y percatamos, ¿por qué preferí quedarme solo?, ¿o fue porque nunca
dejé el cigarrillo que tanto me pidieron dejar?, o porque porfíe en ser
escritor y no trabajar en asuntos serios que ofrecieran un futuro seguro, no
fama, que de esta no se come.
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Oye, espera, me gustas, ¿vamos a dar
una vuelta por la ciudad y nos tomamos un vinito?, ¿había frase más espontánea
que esa en los noventas?, creo que todas las noches prometieron para muchos
algo más que un solo enamoramiento, pero ahora no puedo decirle lo mismo a las
muchachas, tengo el cabello gris y arrugas propias de un soldado de guerra que
retornó de la peor de las guerras y, encima, sin una Diner’s Club, ¿sería
diferente que estuviera con la billetera llena de dólares?, no lo creo, me
siento como un abuelo de la nada que públicamente se le sabe, perdió la cuenta
de mujeres que fueron suyas a partir de la número dos mil cincuenta, como que
eso me hace muy interesante y además complicado, ¿cómo lograr que yo me enamore
con un récord donde hasta las muchachas peligrosas perdieron sus coronas?
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Que estoy bien para hacerla de
semental y luego ellas desaparecer e irse con un hijo varón mío, porque dentro de todo lo
incomprensible, las mujeres aman eso en nosotros los varones: tener el corazón
sin sentimientos. Hace falta una nueva psicología para entender este 2023.
Anochecer y
contemplar el cielo azul donde algunas estrellas donde está la mía, empiezan a
dominar los territorios donde antes salía decidido a hacer el amor. Toda muchacha
que aceptaba beber conmigo sabía a qué se atenía. ¿Les gustaba ese tipo de
acción?, total, fui elegido para ser amado y odiado por las mujeres en esta
ciudad, en algo tienen que entretenerse supongo, lo malo sería no relatar que
alguna vez supieran de mí, así sea para decirme un no que saben bien, me fue
indolente, porque después de una, seguía otra, y hasta ahora me pregunto si el
amor tiene edad para los que no bebemos ni bailamos en discotecas y solo
queremos sesiones de sexo de 12 horas continuas, como para decirle a Dios: ¿me
has escuchado o era inevitable?
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Un libro sobre ello sería notable
para los que hacen ferias de libros y se llenan de dinero sin que uno se
entere, porque hasta mejoran el libro y lo convierten en una Obra Maestra,
mientras apenas tengo para una Coca Cola y unos cigarrillos mentolados, todo
ocurre en nuestras ausencias, y deben ser cosas muy buenas, porque nunca nos
enteramos.
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Prefiero las muchachas de ojos claros
y cabello bien rubio, las rubias son las que advierten que exigen sexo del
bueno, las de ojos claros están prometiendo cielos abiertos donde se reflejen
mi rostro mientras las posea, ¿poseer es como robarse el alma?, en realidad en
el amor, o ganas o pierdes el alma, pero nunca se pierde, salvo sea si otros
hombres se pregunten por mi nombre tatuado en las caderas de las muchachas
cuando les hagan el amor.
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¡Qué bien hablo de mí!, de tanto
hablar tan bien de mí, se la están creyendo más allá de que todo lo que escribo
es verdad.
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No es fácil escribir con el miembro
viril erecto, no lo recomiendo, tampoco escribir haciendo el amor a la vez, ¿ya
lo hicieron los lectores de ese escritor que hablaba mucho de sexo y putas y
alcohol y era virgen?
Me encerré de
pronto hace años en mi apartamento solo para recibir el Sol y no saber nada del
resto de la ciudad. Hay muchachas de mi talla, llegando a pocos centímetros del
metro noventa, pienso que ellas si se dejaran, serían material para nuevas
maneras de amar, pero no saben español, menos yo inglés, que dirán, en el amor,
el idioma es el mismo en los lechos, pero ustedes no han visto llorar a
muchachas extranjeras cuando después de haberlas hecho mías, nunca supe qué me
reclamaban.
Lo mejor es
llegar con este récord de mujeres sin una sola enfermedad del amor, ¿puedes
decir lo mismo tú?
Pruebo de mi
Coca Cola mientras sé que me leen en New York, alguna ciudad de Rusia o Suiza,
como Alemania, bueno, en esta altura de mi vida, creo que leen más bien
editores que hacen extensos libros con mis escritos y debo ser más famoso de
todo lo que pueda imaginar, más aún cuando este mundo está de cabeza y no hay
hombres y, también, mujeres, como que el sexo mío es muy romántico.
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Espera, cómo que romántico si las que
estuvieron en tu lecho sabían que podían morir en mis brazos por mis prácticas
sexuales.
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Es cierto, no siento celos de nadie,
esa vieja costumbre de compartir números de celulares ante conocidos impotentes
que querían superarme, haciendo el amor mejor que yo, se llama: bloqueo mental.
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Es mejor estar tranquilo a tener el
miembro viril tan grande que se vea su prominencia salir como una creatura que
se asoma en los vientres de las muchachas, como que el útero me quedó muy
pequeño para mis erecciones, sí, huelo a esperma, mi aroma es el esperma y mi
miembro viril huele a miles de vaginas.
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Amar es convivir. Vaya tontería. Amar
es no repetir de muchacha. Las mujeres también piensan lo mismo. Deberían hacer
preservativos más resistentes, los forte que exijo en tamaño extra grande los
he superado.
Dime muchacha
que me ves con asombro, ¿por qué me preguntas a razón de qué en mis escritos
nunca mato a nadie? Amor, amor, amor, ¿puede el amor inspirar algo más
superlativo que la reafirmación de la existencia?, allí tienes mi mejor
respuesta.
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Es como cuando compongo melodías en
vivo para Facebook Live, solo quiero destrozar el teclado hasta sentir la
energía en todo mi organismo, ¿te pasa lo mismo con el sexo?, porque sientes
como grandes descargas eléctricas dentro de tu cuerpo y entonces sabes que en el
orgasmo tu cuerpo entero está bien duro como una fuerte erección que rompe
pantalones Levi’s.
Aromas a
púberes masturbadas, deditos que se tocan sus partes fantasías donde me pregunto,
el alma sin deseos, ¿qué es?, ya, supongamos una consciencia donde nunca se
supo de testosterona para nosotros los varones, una consciencia donde las
muchachas desconocieron las calenturas, las ovulaciones, los estrógenos, la
progesterona, el deseo de tener en sus manos un miembro viril enorme, grueso, para metérselo a la
boca que apenas dio besos apasionados y no fue más allá, donde termina por
tragar leche con unos ojitos donde no sé si se vea el alma o a una creatura
cuyos pensamientos nunca más serán los mismos cuando vean a un varón.
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Ella me ve mi erección con el jean
puesto. Yo huelo su vagina sin desnudarla. Y luego cómo le hago entender que me
aburriré de ella luego de haber hecho con ella todo lo que haya yo querido.
¿Habrá leído por décadas una muchacha de apenas 20 años que se complica con
todo?
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Prohibido para el amor, pareciera que
llevara ese rótulo en la cabeza. Pero si lo vengo repitiendo hace tiempo, nos
retiran de los lechos dejándonos los cojones llenos de leche y el falo muy crecido
y erecto.
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Otros deben ahora ocupar el lugar que
fue mío. Lo mismo les pasará a algunos afortunados, es decir, terminar libres
como yo, otros, a cambiar pañales y a trabajar.
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Esta vida de escritor, dirán las
mujeres que me leen. ¡Bendito Julio Mauricio que a buen gusto se pasa horas
escribiendo de algo extinto, el sexo, el amor, en un medio donde las muchachas
están desesperadas en ir detrás de aquellos que desconocen la variedad de
vulvas como vaginas existen!
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Espera, alto, estos escritos parecen
invocaciones. Alerta, peligro. Estoy respondiendo el mensaje lanzado desde
alguna parte del mundo. Hay muchachas que quieren saber de mis artes. (Esto no
es intencional, acabo de percatarlo)
País
Latino, tierra donde los varones siempre queremos hacer el amor todo el tiempo
y, dormir con nuestro miembro viril erecto dentro de las vaginas de nuestras
mujeres.
©Julio
Mauricio Pacheco Polanco
Todos
los derechos reservados
Escritor
y Pensador Libre
Arequipa,
Perú
26
de junio de 2023
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