LA MUCHACHA QUE QUERÍA SER UNA MILF
Julio, sigue vendiendo libros. Escribía como es mi costumbre, hasta que
sentí escalofríos, sabía a quién se refería, era un tipo que fue famoso como
escritor en su momento, alguien a quien llegué a conocer para saber de su
verdad. No me gusta que me nombres por mi primer nombre, eso sólo lo hacen las
mujeres que quieren algo serio conmigo y yo, no quiero nada serio con ninguna
mujer, lo mío es escribir. Mauricio, entonces, sigue vendiendo libros. A dónde
quieres llegar con todo esto, él tenía un trabajo para salir adelante, fue
catedrático, otra cosa fuera que se metiera con una mujer que, en vez de
hacerlo surgir, le celara hasta con las alumnas. Mauricio, sabes bien que él
era mujeriego. No hay nada de nuevo en ello, muchas parejas que conoces, no se
amaron, se unieron por un embarazo no deseado, para luego terminar separados y
con juicios por alimentos, no es el primer caso de un mujeriego que ahora
estaría dispuesto a reventarse los huevos con una bomba, en mala hora le hizo
el amor a una mujer que apareció en su vida para hacerlo mierda. ¿Y cómo sabes
que no se amaron? Bueno, entonces, bonita filosofía es esa del amor, míralos a
ambos y al muchacho que está de por medio, ¿ya está en la universidad? Julio,
son caros los estudios universitarios. Que no me llames por mi primer nombre,
¿no puede trabajar el muchacho?, muchos surgieron de la nada sin el respaldo de
un padre y una madre. Las leyes son las leyes. Claro, sólo cuando se les mete
entre ceja y ceja, como a la mujer del escritor, ¿sabes que ella le armaba unas
escenas de celos que parecían extraídas de una película de cine? Ah, verdad,
por esa razón perdió su trabajo. ¿Es ironía tu comentario? Diré más bien que no
está bien eso de que los mujeriegos como ese escritor, anden haciéndole el amor
a cuanta muchacha se le entregue, al menos debía usar el preservativo, ¿no te
parece? ¿Y si ella se lo quitó?, hay muchas mujeres que aprietan los labios
vaginales para extraer el condón. ¿Me quieres decir que ustedes los hombres son
como animalitos que botan la leche dentro de nosotras las mujeres, sin pensar
en las consecuencias? ¿Y la pastilla del día siguiente? ¿Nos consideras
asesinas? Existe el cáncer del útero, ¿te explico cómo una mujer de 31 años
puede tenerlo? ¡Pero qué bárbaro!, ¿lo tuyo es hacer menstruar a las mujeres? Es
la regla, la norma, lo periódico. ¿Y por qué tendría que ser así? Entonces te
respondo con tus comentarios: vende libros. Eh, sí, tiene una biblioteca
interesante, le compré la vez pasada un par de libros que eran rarezas con
conocimientos que pocas personas tienen. ¿Tiene?, tuvo una biblioteca
interesante, ahora no le queda nada de ella, salvo una salud mental destrozada;
al principio pensé que estaba loco, hasta que me relató su historia, esa mujer
sólo quería destruirlo. ¡Ya, Mauricio, era una arpía que sólo odia a los
mujeriegos!, ¿contento, Julio?
El escritor se levantó para servirse una Coca Cola helada, pensó en la
frase: “calladitas se ven más bonitas”. ¿Es que no se puede conversar con
ustedes las mujeres? Si me invitas unas cervezas, conversamos de la putamadre. Olvídalo,
no bebo. Eres un aburrido de mierda, me lo habían advertido, ¡oh, sí, claro,
Julio Mauricio no mezcla las drogas con el sexo! Sinceramente, no me atraen las
sensaciones psicodélicas juntas con el sexo, para ser exacto, no me atrae la psicodelia.
Pero cariño, te vas hasta el extremo, sólo pedí unas cervezas para dialogar
como esperas, muy bien. Es que no necesito de cervezas para dialogar bien. Tú
lo único que necesitas es cambiar de muchacha cada vez que puedas, o irte de
putas cada vez que tengas mucho dinero, entonces qué, ¿pasas de largo conmigo
también? Qué sigue después, contarte mis traumas de mi niñez. ¡Bah, no tienes
por qué ser tan dramático! ¿Pero no es así?, mira a los bebedores, siempre se
quejan de algo y, cuando tienen pareja, se quejan con ella de todo lo duro que
han tenido que pasar, digamos, para ser, poetas. Es que es duro el destino de
las personas, Julio Mauricio, con alguien hay que aliviar las penas. Sí, con
las putas, ¿sabes que ellas no hablan? Dirás que no hablan como yo, al menos
conmigo puedes dialogar sobre estas cosas, ellas no llevan una vida
interesante, te lo dijeron antes que empezaras a tirarte más de dos mil putas y
volverte en el ser depravado que eres cuando haces el amor. Lo que he hecho
contigo lo ibas a hacer tarde o temprano, normalmente lo hacen pasados los 30
años. Vales un carajo, a lo mucho sirvo para un relato, ¿eso me quieres decir? Sí,
afirmó, Mauricio, y estoy esperando algo nuevo de ti, que no sea por cierto un
embarazo no deseado que sé con quién y dónde, se soluciona eso. Ya veo, soy la
mujerzuela que has usado para tu nueva película de pornostar. Espera, fue tu
deseo, eso de mostrarte semidesnuda desde las redes sociales no es normal, sólo
te propuse grabar unos videos, lo demás es esto, no te obligué a nada. Vaya,
nunca pensé que la vida de las MILF fuera así. Ahora te sientes una MILF.
¿Crees que me haga millonaria con estos videos? Mira, la vida de las MILFS como
de los escritores es igual, es puro arte, no se vive de esto, sólo promoverás
masturbaciones compulsivas en adolescentes y hombres, hasta que aparezca una
nueva muchacha para el cine porno, en todo hay competencia, mi estimada, o no
has notado el universo de mujeres que existe con sus videos XXX, encima de ser
muy bellas. ¿Quieres decirme que no soy la mejor?, ¡pero si di lo mejor de mí! En
el sexo, querida, nunca todo es suficiente. Así se resume tu sabiduría de
pornostar y escritor, ¿es que acaso quieres hacer cosas aberrantes conmigo? No es
necesario ni tampoco lo pensé, primero porque no hay nada que hagas que no se
haya hecho antes y, esta generación hasta sabe qué es un espéculo y cómo hacer
que una mujer alcance su orgasmo. ¡Sí!, es impresionante, no eres el mejor
amante que he tenido, pero es cierto lo que dices, ¡ahora todos los muchachos
de veinte años saben hacer el amor muy bien! Como que no quedó ningún solo
secreto en el sexo de ustedes las mujeres para con nosotros. ¿Y el amor, Julio?
La puta que parió a todos y generó este caos, ¡que no me llames Julio!, es como
una pesadilla para mí. ¿Pero qué tiene que te nombren por Julio?, es un nombre
tan bonito. Claro, bonito para lo oficial, porque apenas uno se empareja de
manera formal, dejan de llamarlo por el acostumbrado segundo nombre, para
llamarlo por el primero. Entonces, ¿vas a seguir escribiendo mientras me sigo
tocando y te veo escribir? Hemos hecho el amor todo el fin de semana, lo que tú
quieres es otra cosa. Te has cansado de mí, te has cansado de hacerme el amor a
como se te ha dado la gana, ¿ahora qué?, soy otra hazaña tuya con video
incluido, ¿eso es lo que soy para ti? Para mí eres sólo una pregunta. ¿Dime,
amor, cuál es esa pregunta? Ja, me dices amor, qué falsa suena esa palabra en
tu boca, pero bueno, se lo dices a todos, estás en la edad en la que las
mujeres nos dicen a nosotros los hombres, mi amor. ¿Pero tiene algo de malo
decir, mi amor? Cuando es una expresión gastada sí. Al grano, qué interrogante
soy para ti. No, mejor olvídalo, no tiene importancia, no es trascendente saber
quién te hizo tan puta, como para haberte iniciado en el sexo y ahora, estés
haciendo el amor con toda la ciudad. Tampoco exageres, Mauricio, no he hecho el
amor con toda la ciudad, pero, ¿debo interpretar eso como una señal de que
sientes celos?, ahora resulta que soy tuya, que te pertenezco, pero qué lindo
que te pones Julio, cuando hablas así. Veo que no tienes remedio, llevas el
diálogo hacia tus temas relevantes, cuando en realidad lo que deseo es pasarme
toda la tarde escribiendo, porque veo, cumpliste tu promesa. A qué te refieres.
A lo que dijiste al hombre que te ama tanto y ahora debe estar hecho mierda. No
entiendo de qué hablas Julio Mauricio. Hablo de que estás acostándote con todos
los hombres que puedas, son esas pequeñas venganzas de las muchachas que aún
pueden acostarse con toda la ciudad. ¿Dices, aún?, ¿de dónde sacas eso que
amenacé a un hombre, con acostarme con todos los hombres de la ciudad, sólo
para provocar celos? Parece que estás olvidando que ésta es otra generación, no
hay más misterios en las mujeres para nosotros los varones. ¡Entonces me has
usado!, me estás tratando como a una puta. Deja ese tono de lamentación y no
intentes llorar, que eso te deja en ridículo, hemos subido el video a un canal
donde todos están preguntando por ti. ¡A ver, a ver! Mejor olvídalo, dejaron de
ver el video hace media hora, parece que otra muchacha mejor que tú, está subiendo
sus videos a las páginas XXX. No, no, no, ¡no puede ser así de mierda el mundo!
Pero si lo sabes bien, entre ustedes se hacen solas la competencia. ¡Dejaron de
ver mi video!, se detuvo en las mil doscientas tres visitas, ¿y todo para
recibir unos sucios billetes que no alcanzarán mas que para cubrir mis gastos
de fin de semana? Bueno, al menos puedes afirmar que ganas dinero con el sudor
de tu vagina. Pero cómo se atreven a comentar que estoy en algo. ¿Te han dicho que,
para una doncella, hay siempre una princesa y, que para una princesa siempre
habrá una reina y así otras reinas más bellas? ¡Tanto para nada! No lo creo,
puedes verte alcanzando el orgasmo. Ya sé, ahora entiendo, debo cambiar de
hombre, quizás eres tú el problema, debo hacer el amor con hombres más rudos y
salvajes. Entiendo, has empezado tu carrera de pornostar, eres toda una MILF,
ahora quieres competir con todas las muchachas que hacen el amor hasta llegar a
un Gang Bang, donde te harán el amor hasta 50 hombres. ¿Sabes que ustedes los
hombres son una purita mierda? Qué, qué estás haciendo. Provocando una
menstruación, Julio Mauricio, de esto no se puede vivir. ¿Y de la venta de
libros? ¡Vete al carajo, poeta de mierda! Qué, ¿te vas así nomás sin unas
horitas más de sexo continuo? ¡Me voy a meter de monja, no me busques más! Bueno,
no es mala idea que te metas de monja, al menos los obispos dan todo a sus
preferidas, pero hasta en los conventos tendrás competencia y, no te busco yo,
eres todo lo que has buscado, y a ver ahora cómo me libro de esas sábanas
manchadas en sangre que veo, querías que vendiera libros como el escritor ese,
¿o pensabas que iba a vender a diferencia del catedrático que enloqueció, mis
propios libros?
Bueno, al menos se fue menstruando, pensó el escritor, quien se cuidó de
usar preservativos y de que ella tomara la pastilla del día siguiente, en algo
tenía razón, no en que ella fuera una hazaña para mi gran fama de mujeriego,
sino en que me daría material para escribir un buen relato, al cual, nombraré,
a ver, cómo, ¡ah, ya sé!: Historia de una Milf. ¡Espera, pero ella aún no ha
parido!, no puede ser una mujer madura que, siendo madre, sea sexualmente
atractiva para nosotros los varones, porque encima es veinteañera, a lo poco
está llegando a los treinta años, sabré hacer el amor, pero veo que sé muy poco
de videos porno, al hecho de tener varios videos míos grabados y que circulan
entre mis amistades. Bueno, siempre se aprende algo nuevo en el sexo, lo
aburrido sería decir: del sexo no tengo ya nada qué aprender. Y sí, se marchó,
no es mi problema, espero que encuentre lo que busca, porque lo mío es
escribir, así no se vendan mis libros, por más que haya escrito muchos temas
relacionados con el sexo y las relaciones de pareja, pero, ¿qué es lo que les
gusta leer entonces hoy en día a los lectores? ¿Usted lo sabe, estimado
lector?, ¿usted sabe qué quiere de la vida?, bah, no es necesario que lo
responda, creo que pocas personas supimos desde adolescentes, qué quisimos
hacer con nuestras vidas, no es una pregunta dable entonces.
©Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor y Pensador Libre
Arequipa Perú
31 de diciembre de 2023
Comentarios