SOBRE LA LIBERTAD DE ELECCIÓN PARA ESCOGER QUÉ SER QUEREMOS TENER



 



Es algo que nos pasa a todos y no ha sido explicado con claridad, para lo cual, usaré las palabras más simples, por ser necesario para el entendimiento de lo que somos. Otras interpretaciones del texto en el área legal no me competen, estos alcances son meramente filosóficos.

Me remito a la historia y a los gigantes del pensamiento humano, dentro del proceso de entendimiento que tuvieran de ellos mismos para explicarse, sean desde juicios o, experiencias que les llevaron hasta límites donde, la lucidez se manifestó de forma inminente, lo cual hable de una Gran Obra inconclusa, como si formáramos parte de un plan que está a unos cuantos siglos de nosotros hacia adelante, posicionándonos como mártires de una causa que no hemos pedido.

Hace más o menos, en el siglo IV a de C. Sócrates es derrotado por un consejo de ancianos que, en un juicio que daban por descontado, perderían, hecho con el propósito de entender nuestra mente, dentro de todas las ironías del destino y, los límites de nuestras capacidades verbales para explicar lo que forma parte de nuestro intelecto y debe ser expresado con palabras entendibles para todos, Sócrates habló en ese momento de la historia sobre el daimón o voz interior, ante la pregunta del consejo de sabios que, quisieron saber de esa voz interior que le instó a cuestionarlo todo, con todos los integrantes de esa Grecia, donde la filosofía dio el paso más grande de nuestra historia universal: esclarecer lo que para los especialistas de la salud mental es reconocido como el: escuchar voces.  Está demás agregar que Sócrates no pudo ir más allá de su defensa y se venga de esta existencia al beber la cicuta y declarar que no quiso seguir siendo preso de un cuerpo que deshonraba no sólo a él, sino a todos en general.

Algunos escritores ya escribieron: “una cosa lleva a otra”, si así intente trascribir siempre en el mismo sentido de la idea del texto, lo que en una entrevista hecha por Jaime Bayly al cantautor Pedro Suárez Vértiz, dentro del cuestionamiento: qué es la inspiración, si Bayly, a manera de broma sin perder el tono serio, declarara que su mente era como un edificio que contenía 15 habitaciones, dentro de las cuales vivía una persona que hablaba, es decir, escuchaba las voces de 15 personas y, esa era la razón del por qué escribía tanto, si de esa manera dejaba salir a esas voces que la psiquiatría denomina como síntoma de la esquizofrenia, algo que no fue mencionado, siendo apoyado en el esclarecimiento de la inspiración por el cantautor Pedro, quien confesara que se sentaba a escribir las letras de las canciones, dejando fluir desde su mano y el bolígrafo, lo primero que se le ocurriera, siendo así el origen de las letras de las canciones que luego serían éxitos, llegando a afirmar que éramos como especies de médiums, a lo que en su momento llamé como interlocutores de un fenómeno que fue estudiado por Hegel a inicios del siglo XIX, dentro del Imperio Prusiano, si debía explicar por qué los monarcas absolutos gobernaron por mandato divino, siendo ésta la defensa a la explicación del cómo los reyes podían conversar con Dios y así desde el absolutismo, gobernar imperios.

Expresiones de discursos muy reveladores o de aporte valioso, recibieron siempre comentarios como, por ejemplo: estuviste muy inspirado, iluminado, sea el caso para los músicos, poetas, o políticos que dieron la pauta en el cambio de la historia, de manera drástica, llevados por la pasión de ideas, convicciones donde dominan la mayor de las veces el instinto animal, por sobre la razón, lo que es propio de las mesuras ante el poder y las consecuencias sean de libros escritos, hasta arengas propias de Benito Mussolini, Adolfo Hitler o Stalin. Nadie puede precisar a ciencia cierta, en qué momento, esos daimones o voces interiores, llegan a dominar a las personas, a tal manera que ocasionen grandes guerras mundiales, si los delirios propios de aquellos que están en manicomios, al afirmar que son Jesús El Cristo o La Virgen María, correspondan a consciencias vulneradas por inteligencias vivientes que perduran a través de su palabra, en todo lo largo del tiempo, si al hallárseles de nuevo, sean desde textos sagrados hasta memorias de biografías, donde los hombres de la historia, dejaran impresas, sus impresiones sobre sus acciones en total resolución a ejecutar, revele que se ha perdido la fuerza de la voz original interior, para haber cedido a los daimones o genios, muchas veces del mal, instándoles a realizar actos, en el total dominio de sus personalidades.

Tenemos voces interiores que, para muchos, pueden significar el convivir en conflictos internos donde la paz sería no pensar, si esto explique las evasiones con drogas, como si se tratara de huir de algo que insistentemente está martillando en las mentes de las personas.

El que sirvieran de algo las religiones o los totalitarismos, responda con lógica contundente al rompecabezas de no poder entender a la existencia, el cosmos, si en nuestro alcance, tuviéramos todos los verdaderos libros del pasado del ser humano y, nos diéramos con el asombro de percatar que no hay respuestas contundentes, que es necesario tener un dios que nos diga qué es lo bueno y lo malo para con las personas, si en la ausencia de dioses, sean los hombres más fuertes en su momento de la historia, los que guiaran a sus pueblos con poderes plenipotenciarios o totales, para enseñarles a vivir, dentro del miedo a asumir un pueblo mismo su destino, su libertad y el tener una fórmula para saber amar, si a esto se le defina como un pueblo que aún no ha alcanzado su propia edad de la razón y, adueñado del dominio de la voluntad para elegir qué ser deseen tener.

Es totalmente cierto que quienes leen bastante, llevan dentro de sí, los pensamientos, aprendizajes y creencias, compartidas o no, de esos titanes del pensamiento que intentaron explicar nuestra mente o condición humana.

Una base fundamental dentro de las creencias de los pueblos semitas, entre ellos, el de los judíos es: dominar la mente, los pensamientos, siendo de tal manera que si uno eligiera las palabras a utilizar, inclinadas hacia el bien común y, durante 24 horas, se empeñara en esforzarse por expresarse amablemente, siendo ésta la fórmula a aplicar por el resto de días de vida, podría entender que El Paraíso está aquí y, el origen de su percepción sea nuestra mente, nuestros pensamientos conquistados, si precise, esto es algo muy negado por muchas personas que he conocido, en la afirmación para mí, errónea que, no se pueden controlar los pensamientos o imágenes que fluyen en nuestra mente, si a esto se le pueda llamar como: pesadillas o pérdida de la razón.

Puedo afirmar desde mis libros publicados en Amazon, en los tiempos de la pandemia pasada, cuando el ser humano fue malvado de extremo a extremo que, no cedí como las mayorías cedieron, a la práctica del mal, si en representación de lo que reconocemos como Las Fuerzas del Bien, me diera con la sorpresa que, era el único ser humano, dentro del mundo e internet, que habló y escribió sobre Las Fuerzas del Bien, elección inverosímil de un bien que me instó a apartarme de lo aceptado como normal, dentro de un total de ocho mil millones de habitantes, siendo ésta la base para explicar las elecciones personales: ser alguien que practique el bien, contrariamente a lo impuesto en el mundo, o entrar en esa gran masa que disfrutó practicando el mal, si dentro de las elecciones personales, se me concediera conocer qué era el mal y, en rechazo o desprecio a sentir que cediera a una fuerza superior que dominara a la humanidad, en tiempos de opresión y tiranía, donde la gente optó por conductas muy malvadas, desde los medios de comunicación, las redes sociales y el ejercicio del poder, ante la ausencia de los derechos humanos de las personas, en pleno uso de mi razón, estoy vivo para testimoniar lo que aconteció al ser humano con la pandemia del 2020, en el reinado de la muerte y el terror, experiencia que ha marcado por completo a muchas personas, si acaso las expresiones sean: “¿qué harán después con nosotros?”, dentro de esas voces impotentes que han visto cambiar al mundo entre el bien y el mal como experiencia humana.

Porque dentro de las voluntades superiores, está la fuerza interior que permanece fiel a la esencia que uno elige para con su propia forma de ser. No se trata sólo de decir que las voces interiores o daimones que uno tiene, son genios malvados que, por mala suerte, uno tiene desde que vino al mundo, la búsqueda de respuestas personales radica en querer saber qué pensaron otros hombres, en momentos cruciales que les tocara vivir, para no rendirse. Si bien, en un tiempo se afirmó que todos teníamos un angelito y un diablito que se peleaban por decirnos qué debíamos hacer o, las personas buscaban el silencio para en su diálogo interior, hallar la solución a sus problemas o, para algunas personas esto fuera reconocido como el maestro interior, a mi entender, la sabiduría es reconocida no por la cantidad de riqueza que pueda tener una persona, sea poder o patrimonios, sino en una buena salud y la fama de ser buena persona, dentro del ser consecuente con sus actos, en fiel reflejo a lo que piense y actúe.

Un libro más, un libro menos, los libros que no llegaron a tus manos para manipular las palabras en el discurso, el cómo atacar y dejar en ridículo al que toma la palabra y dice cosas diferentes e importantes, la psicología de la manipulación, el arte de la oratoria y la retórica para defender lo indefendible, si vuelva a escribir: un libro más y un libro menos es lo que separa a unas personas de otras, dentro de toda la experiencia que se pueda tener, si en esto no importe la veracidad o discurso honesto, sino la maña para humillar a los dignos y de valor, por mediocres y ridículos personajes que nada bueno puedan otorgar como legado si ése fuera su interés, entienda, uno elige con quien compartir sus pensamientos o palabras y, esto implique el saber poner límites a aquellas personas que no corresponden a lo que se les propone en el diálogo, si dentro de sus apreciaciones, esté el ánimo de sólo generar desorden y caos, de manera destructiva, si he contemplado a muchas personas repetir las frases que hace siglos, otros hombres en la historia dijeron, sin que se tenga uso de razón para medir la consecuencia de los actos en relación a lo que se reclama o pide del mundo, me hace entender que así se escriban mil libros sobre este tema importante del daimon o genio interior, las personas no se darán nunca cuenta que las voces que les dominan e instan a algunos actos, dentro de sus pasiones o decisiones, no es atendida por ellas por ignorancia, falta de ilustración o, si la razón principal sea el miedo a conocerse profundamente, si en este proceso de profundo conocimiento, se deba derrotar no sólo a lo que se entiende por locura, sino también a todas las creencias con las que crecimos y nos sirven para interpretar la existencia y el cosmos, si esta actitud de plena libertad sea la mayor de las conquistas, al momento de elegir, qué ser, quiere uno tener, si deba precisar, no existe derrotero conocido para seguirlo, aún, en este siglo XXI y, el ser humano, tema por antonomasia a ir solo, ante lo que le es desconocido,  siendo a mi entender, a mis 52 años,  inútil, toda labor de concientización de este fenómeno relacionado con el daimon o las voces interiores,  que es propio del estudio de la filosofía y la religión, en un mundo donde apenas se tiene tiempo para asegurarse el pan de cada día, si se compita entre unos y otros, para supervivir, sin reparar en lo primordial, la esencia del alma, del ser que elegimos tener, para ser felices, dentro de todas las prisas obligadas para ser servil ante quien otorgue estos privilegios para poder casarse, tener hijos o, satisfacer consumos personales, a quienes puedo definir como personas u hombres inconclusos, los que nunca lograron  y llegaron a tener el ser que quisieron elegir, para alcanzarse o definir su esencia, la que contiene el alma o los sentimientos, dicho sea con propiedad, si para lo único que pueda servir el hombre mediocre es para atacar al que haya descubierto algo nuevo y les haga sombra con sus hallazgos o, para la burla y las palabrerías, por saberse irremediablemente esclavos de un sistema donde saben, sólo tuvieron una vida para hacer de ella algo grande y, por circunstancias donde eligieron la riqueza y algunas comodidades, perdieron su libertad hasta de pensamiento, me haga creer que es inútil toda obra donde se aclare el tema de los genios que se manifiestan no por exclusividad en los artistas o personas de poder en el mundo, sino en todos los que siendo humanos, u optan por declararse locos, ser drogadictos o trasgresores, en un mundo donde los buenos raramente triunfan, si el triunfo fuera también usado en contra de todo aquel que logre algo, en contextos donde todos se atacan a todos, por practicar el insano placer de hacer mierda la vida de aquellos que están haciendo, lo que a ellos alguna vez les hubiera gustado hacer.

Que dentro de toda la claridad dada y posible, he escrito sobre temas sensibles y profundos, dentro de todo discurso que se base en la ética afirme que no hay genio malvado que domine la mente de las personas, ni daimones que impidan al ser humano ser feliz, que dentro del abanico de elecciones para dar forma a nuestra esencia, está ante todo la libertad de escoger cómo quiere uno que sea su mundo interior, si ahora internet y la IA ofrece todo el conocimiento del mundo desde todas sus ciencias y, no haya excusa para que el ser humano diga: no tuve opción, no lo entenderían, si mi testimonio parte precisamente desde una era de terror, donde fui una voz fuerte de Las Fuerzas del Bien, en medio de un consenso aceptado, donde reinó la muerte y el mal.

 

©Julio Mauricio Pacheco Polanco

Escritor y Pensador Libre

Arequipa, Perú

29 de diciembre de 2023

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