LOS NIÑOS PROGRESISTAS
¿Estás seguro que vendrán todas? Sí, a esta hora ya deben estar saliendo
del colegio. ¿Pero estás seguro que están de acuerdo? Carajo, que este negocio
es de la putamadre, aquí todos nos llenaremos de dinero y encima seremos
felices. ¡Allí vienen! Y qué seré yo. Tú serás el chalequero y tú el que esté
en la puerta, cuidando que no aparezcan niños que trabajen para la policía.
¿Hay niños que trabajan como policías? Son tiempos modernos, mi estimado, todo
ha cambiado. ¿Cómo es el trabajo de un chalequero?, eso no me habías dicho. Es simple,
usarás este chaleco con estas armas. Me gusta la idea, pero, ¡estás son armas
de juguete! Somos profesionales, nosotros no matamos a nadie. ¡Ya estamos
aquí!, las demás aún no vienen porque no han terminado de arreglarse, ¿estoy
bien vestida? Sí, esa ropa está bien puta, pero trata no maquillarte tanto, o
quieres que nuestros clientes se nos vayan. ¿Y vamos a trabajar en plena calle?
¿Es lo usual, no? Aquí tengo el puesto de trabajo. Vaya que lo tienes todo
listo. Sí, verán cómo nos llenamos de dinero, les enseñaremos a estos adultos
cómo se hace dinero de la nada. ¿Y cuánto debemos pagar por el uso del puesto?
¿Eh?, lo usual creo, supongo que el alquiler. ¿Y lo haremos en plena vía
pública? Sí, nosotros no ocultamos nada, es un trabajo limpio. Vaya, nosotras
pensábamos que se trataba de un trabajo sucio, ¿y es cierto que tendremos todos
los muchachos que queramos? Niñas, la era de los celos pasó al recuerdo, aquí
todas son para todos y todos son para todas. La puta que eres un genio
Stanislao, sólo a ti se te pudo ocurrir esta idea. Bueno, al menos tendremos
dinero para comprarnos nuestras cosas. ¿Qué te comprarás tú con lo primero que
ganes? Ah, una casa Barbie. Stanislao, ¿estás seguro que sabes lo que estás haciendo?
Que sí lo sé, no haremos nada que no se haya hecho antes. Qué, antes se hizo esto.
¡Claro, sólo somos progresistas!, nos estamos anticipando al futuro, aquí
adquirirán experiencia, niños, hoy se está por formar un gran imperio. Este chaleco
me queda bien, qué debo hacer. Pues caminar dando rondas y protegiendo a
nuestras niñas. Y yo qué haré. Estarás en la barra vendiendo Coca Cola y
chocolates. ¿No crees que estamos haciendo cosas que son propias de los
adultos? Al carajo con eso, con lo que gane, pienso comprarme mi propio
apartamento e independizarme. Pero si apenas tenemos 8 años. ¿Entonces no
quieren surgir desde niños siendo empresarios? Dirás, zapatos blancos. Bueno,
dirán que empezaron desde muy niños y así adquirieron experiencia en la calle.
¿Y los vecinos del lugar no nos dirán nada? Si nos dicen algo, les contestaremos
que estamos trabajando. Pero, ¿esto es un trabajo? El más antiguo de todos. Ya llegaron
todas las muchachas Stanislao, qué hacemos ahora. Pues que se pongan alrededor
del puesto, que mastiquen chicles o que tengan un chupetín en la boca. Stanislao,
tú sí que eres un revolucionario. Las niñas están bien arregladas, huelen al
perfume de sus madres, ¡Muy bien, ya están todas aquí!, las quiero bien
coquetas y con mucha actitud, este negocio sólo será rentable si se ponen bien
putas y saben tratar al cliente. Pero, ¿eso es todo lo que tenemos que hacer? Sí,
ahora hay que esperar a que pasen los demás niños para que empecemos a ganar
dinero. Ya somos veinte niñas, estamos listas para el trabajo. Esperemos unos
segundos, está por sonar el timbre de salida del colegio de enfrente, es un
colegio de niños salvajes que no saben nada de lo que tratamos. ¿Y querrán? Claro
que querrán, nadie podrá resistirse a nuestras niñas, ya saben, cuando pasen al
lado de ustedes, les toman de la mano y les ofrecen sus servicios. Suena tan
fácil, no creo que podamos hacerlo. Descuiden que para eso he traído a una niña
que sabe de estos oficios y les enseñará lo que deben hacer, sólo hagan lo que
ella hace y todo irá bien. ¡Están saliendo los niños! Ya, calma y respiren
hondo, hoy habrá una larga jornada de trabajo y, recuerden, es el inicio de un
gran imperio de night clubs, donde todos haremos dinero de la nada y seremos
millonarios, anda, tú, enséñales a las niñas qué es lo que deben hacer. ¿Empiezo
a chalequear a las niñas? Sí, y tú, estate alerta que no aparezcan soplones, te
encargarás del trabajo sucio, si hubiera un niño policía, me llamas a mí para
romperle la mano y darle su comisión, estas cosas se manejan así. Stanislao, ¿no
crees que estamos yendo demasiado lejos, apenas tenemos 8 años? No temas, cómo
crees que nuestros abuelos surgieron desde niños, nuestros padres son unos
niños bien en comparación a anteriores generaciones, les enseñaremos cómo hacer
empresa. ¡Empiezan a venir los primeros curiosos! ¡Es sencillo, mira cómo los
toman de la mano! Sí, es más sencillo de lo que creyeron, sólo mantengan la
tarifa y, si alguno quiere un servicio extra, cóbrenle por el extra cuantas
veces sea necesario. Stanislao, están haciendo cola para estar con nuestras
niñas, ¡eres un genio!, nos llenaremos de dinero. No me agradezcan aún, éste es
el inicio del mejor de los emprendimientos, las niñas prepago son la voz de la
nueva generación. Pues sí, algunos están pidiendo servicio extra. Ja, les
quitaremos todo su dinero, se volverán adictos a nuestras niñas, los dejaremos
en quiebra. Stanislao, estamos ganando dinero de la manera más fácil que existe
y sin hacer esfuerzo alguno, nuestras niñas están felices con el trabajo que
tienen. Sí, es nuestro primer día de trabajo y todo está saliendo bien, estoy
calculando cuánto ganaremos por día, creo que con lo que ganemos hoy, podremos
alquilar un local con todas las comodidades, anda y dile a las niñas que
complazcan lo mejor que puedan a nuestros clientes. Vienen más niños de otras
partes, se han corrido la voz, tú sí qué sabes.
Porque esta generación es una generación de niños progresistas donde un
día se les ocurrió, cobrar por besos dados en las mejillas desde un kiosco,
ganando el primer día, fuertes cantidades de dinero, siendo así que decidieron
alquilar un local donde tuvieran muebles, vitrinas para vender chocolates y
Coca Cola, y baños tanto para niños y para niñas, siempre, pagando por los
besos dados en las mejillas, con música de moda, donde bailaban todas las
tardes cuando salían de los colegios los niños y las niñas. Comentan que así
empezó la fama de un zapatos blancos progresista, que hizo dinero de la nada,
he hizo ganar dinero por el oficio más simple del mundo, a niñas que besaban en
las mejillas a niños inquietos por saber qué se siente, ser besado por bellas
niñas de 8 años que cobraban, por esos besos dados.
La idea fue genial, fue un emprendimiento progresista que empezó con un
kiosco donde un anuncio decía: PAGUE POR DAR BESOS EN LAS MEJILLAS DE NIÑAS
ALEGRES.
©Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor y Pensador Libre
Arequipa, Perú
02 de enero de 2024
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