PRIAPISMO A LOS 53 AÑOS
Creo que para nadie es cómodo, estar erecto todo el día, desde que
amanece, hasta la hora de dormir, bueno fuera que, haciendo el amor con las
muchachas de la vida alegre, calmasen mis apetitos sexuales o demandas, ante
tamaña lujuria.
Apenas llevo dos días tomando Vicerex y, no es que sea que en este lado
del mundo sea primavera y por tanto ande como un burro, pasa que además, tengo
la eyaculación tardía y las horas de sexo continuas, con todas las poses
acrobáticas posibles para meter el miembro viril hasta donde acaba el útero,
dentro de las paredes del endometrio, superando el cuello uterino, volviendo al
uso saludable de los preservativos, requisito para tener una sana vida sexual,
sin temor a contagios o, embarazos no deseados, si haya escrito muchos libros
sobre el cómo provocar la menstruación y, extraer el embrión de las paredes
internas del útero, deba precisar que he rejuvenecido, si hasta hace unos días
atrás, creí, la cerveza le daba razón a mi existencia, si fue entiendo, por
razones de soledad y, por creerme impotente, ante experiencias penosas donde
llegué a terminar sentado en las bancas de la Catedral, temblando, asustado,
por haber creído que mi carrera con las mujeres acababa de la manera menos
pensada si, soy precisamente el escritor que escribe sobre sus experiencias con
las veinteañeras, pudiendo elegir a la que desee, como otrora años fueran mis
costumbres.
¿Qué es plácido estar horas de horas haciendo el amor con muchachas de
vaginas estrechas? La respuesta es afirmativa. ¿Qué los don juanes requerimos
de libertad completa para poder estar con todas? Es real, no otorgas derechos a
ninguna y hay tiempo para escribir, después de las memorables horas en los
lechos, donde uno es feliz.
Es como cuando el miembro viril está muy grueso, con el glande demasiado
crecido y, la erección es notable, mayor y, entra por sí solo dentro de la
vulva de la muchacha, para que ésta de inmediato, sienta el fierro que le
maltratará su sexo hasta hacerla gritar de placer.
Lástima que sólo me enamore por horas y, luego, en breve, esté pensando
en quién será la nueva muchacha a amar, hacerla mía, a quien deba poseer.
Y no es que carezca de sentimientos, es muy superficial aquel que diga
que sólo se puede amar a una mujer en la vida. Cuando has profundizado en las artes
amatorias, sabes que sólo necesitas de unas horas para, llegar a conectar de
alma a alma, todo lo que se puede vivir en una convivencia, si al hacer todas
las poses, habidas y por haber, quede sólo el recuerdo de quien es feliz y se
dedica sólo a ello: hacer el amor y escribir.
Que pueden resultar embarazadas en un descuido. No soy un buen partido,
no soy adinerado y, sé, si hubiera algún accidente o rotura del preservativo,
ya el padrote se encarga cada mes de hacerlas abortar, para él mismo no tener
problemas por juicios de alimentos si, para una trabajadora sexual, no es un
negocio resultar embarazada, por privarle de su trabajo y la creatura a tener
sea una carga en vez de una bendición, si así de claro está para mis lectores
mis vivencias.
Recordar por ejemplo los condones semáforos y preservativos
inteligentes, esos que cambian de color y según éste, revele si es que el
parroquiano tenga alguna enfermedad de transmisión sexual, era algo que olvidé,
si las muchachas dentro de sus precauciones a tomar, los coloquen en nuestros
penes erectos, para verificar si uno está sano, como es mi caso, ante el
asombro de conocidos que me preguntan: ¿más de dos mil mujeres y no se te pegó
ninguna enfermedad de Venus?
No hay muchacha de la vida alegre que permita, su reputación profesional
sea mancillada, por levantar rumores que sea ya inservibles para el amor, así,
sé por dónde me desplazo, si hoy, he cumplido apoteósicamente mis 53 años y,
los he disfrutado como todo un sabio: haciendo el amor con una veinteañera que
bien puede ser mi hija, porque no sé, ¿cómo festejan las demás personas sus
cumpleaños?, ¿bebiendo sin parar con amistades que al beber, sienten que les
nace su mujer interior?, vaya definición esa de: mujer interior, salvada por el
consumo de alcohol que se supone, perdona cualquier ridículo, si se diga al día
siguiente: no recuerdo nada, me van a disculpar, pero es la verdad, otra frase
hecha para estar libre de todo acto vergonzoso y humillante.
¿Me arrepiento de no haberme casado? Al contrario, celebro el no haberlo
hecho, sino, estaría ahora, en vez de escribir, trabajando de lugar en lugar,
mandando dinero a una mujer que se supone, pide dinero para la creatura,
mientras hace uso indiscriminado de su sexualidad con cuanto hombre pueda, por
saber de mañas para no volver a resultar embarazadas, si de ello seguramente me
he librado, en un entorno donde sólo sé escribir y puedo, dentro de mis
privilegios, dedicarme a ello.
Y lo reitero como lo escribí hace años: no he venido a escribir sobre
penas y tristezas, estoy en este mundo para rendir culto al Dios Priapo, de
donde deriva este escrito, el priapismo o erección permanente, si dentro de
estos plus, además de no eyacular nunca, por retener la simiente, energía que
me permite tener sexo continuo, sea además alguien que disfruta del silencio o
el escuchar música instrumental o heavy metal, alguien que no se enamora por
más de 4 horas de la misma mujer y, alguien que testimonia para sus lectores,
no soy de beber ni consumir drogas, como lo hiciera un escritor al cual se me
relaciona y, tiene muchos seguidores que, en el disparate de los casos,
terminaron casándose con muchachas de la vida alegre, si sepa dejar a todas,
por saber que siempre se renueva el grupo de muchachas que dedicadas a los
cultos del placer, están un tiempo en esta ciudad y luego, viajan en busca de
más aventura o goce, a otras ciudades, para saber de otros hombres, desde los
de verga muy grande, hasta los que recién empiezan a hacer el amor y se les
reconoce por tener el miembro viril pequeño, si todos los grandes cacheros
sabemos, a más sexo, mayor es el tamaño del pene, si el Dios Priapo era quien
padecía una condena no sé si ignominiosa o gloriosa, ser el dios de la
fertilidad y, el que tiene el miembro viril que no deja de crecer.
Sepan mis lectores que, dentro de todas mis verdades, en experiencia y
conocimiento, nada hay que temer si uno decide seguir el camino que he tomado
yo, siempre se tendrá sexo hasta los últimos años de vida, por estar enterado
por estudios y consultas, qué remedios usar para cuando los anteriores no
sirvan, si así, el sexo sea una constante en nosotros los varones, una vivencia
que sólo termina, cuando te unes a una sola mujer, para volverte impotente y
amargado, si sabemos, los hombres de mundo, la variedad de mujeres en los lechos,
son las que nos revitalizan e incrementan el vigor sexual, siendo la mejor
manera para evitar la impotencia, si antes de relacionarse con una mujer, se
pregunte: ¿vive el padre?, ¿qué enfermedades padece?, ¿murió?, o si fuera el caso
de las muchachas de la vida alegre, el preguntar sobre si tiene la reputación
de ser de las que vuelven impotentes a los varones, provocando bloqueos
mentales, sólo por caprichos o por querer sacar a uno, de la carrera de las
mujeres, pero, por qué las anteriores preguntas en relación a quien sea elegida
para ser pareja de uno: porque es muy probable que esa sea la sabiduría de las
mujeres de esa familia, donde extrañamente, padezcas las enfermedades del
suegro y, hasta mueras por las mismas causas con las que muriera el padre de la
muchacha con quien quieras unirte.
No exagero ni tampoco promuevo la promiscuidad, sólo sé esta forma de
ser feliz. ¿Crees que puedes ser feliz de otra manera, no sé, casándote?, si lo
crees así, pues hazlo, aunque dentro de mis 53 años de edad, he visto a pocos
varones casarse por voluntad propia, la mayoría de veces los han casado por
haber embarazado a una muchacha que apenas conoció en una noche de borrachera,
quien precisamente no era una santa y, ya era hora que se casara con el más
borracho de los borrachos.
Decir que uno no se casa con ninguna, es expresar buena salud mental,
como física y, deseos de estar con todas las muchachas posibles por placer, no
por competencia ni por vanidosas demostraciones fálicas, el sexo es la mejor
evasión para todo mal, si se afirma que el amor es el remedio para todo, pero
que éste no tiene remedio, en mi caso, el no enamorarme al hecho de elegir las
muchachas veinteañeras más bellas, sea la mejor medicina para afirmar la
existencia, sin tener miedo alguno a mis arrugas o cabello casi blanco,
detalles que hacen insufribles la vida de otros varones que, llegan a llorar,
por sentirse rechazados por veinteañeras al hecho de increparles que están
viejos, que ellas podrían ser sus hijas, si esto termine por destruir la poca
autoestima que pueda tener un cuarentón.
El tiempo se pasa volando y en 7
años seré un sesentón y, por tanto, estaré más de moda, si sé, las mujeres
treintonas prefieren hombres de esa edad, por haber superado todos los rituales
propios de quienes pueden haber llegado a esa edad y ser potentes en los lechos
del amor, si hay mujeres que teniendo dinero, prefieran a los varones fogosos,
a esos millonarios que sólo supieron hacer dinero y, se les niegan secretos
como los que poseo, esos remedios para ser alguien que pueda hacer más de 100
poses para el amor, con cualquier muchacha que lo consienta, si así,
escribiendo erecto sobre lo que me toca, es decir, lo que vivo, dé alcances a
mis lectores que el amor no pasará nunca de moda, así sea desde las
habitaciones de luces rojas, donde están las mujeres que tienen la visión clara
de la vida: no tener hijos ni mascotas y, entregarse de lleno a los placeres de
la carne, sin rubores o arrepentimientos, si es que no hay nada mejor que el
sexo en este mundo, en medio de guerras y tristezas, de personas que aún no han
definido para sí, qué es la vida, si Dios existe o no, si la verdadera
filosofía sea la del sexo o sexualidad, esa que nadie te enseña, que está muy
alejada de los manuales de autoayuda o, los que te pretenden enseñar a vivir,
si escribo desde mi testimonio, no desde la verdad, que ésta, siempre puede ser
diferente según cada persona, si así sea mi literatura: un solaz que relaja e
insta a hacer el amor, en tiempos confusos, donde parecemos más cercanos a
detonamientos de bombas o misiles nucleares, en medio de vesanias, donde no se
ha logrado ser feliz.
©Julio Mauricio Pacheco Polanco
Todos los Derechos Reservados
Escritor y Pensador Libre
Arequipa, Perú
11 de octubre de 2024
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