DIÁSPORA HACIA UNO MISMO


 


 

Todo estará bien, eso he recordado

Mientras cae la tarde aquí y los cielos se ponen rojos.

No he pensado en llamar a nadie,

Una muchacha de la vida alegre tal vez me anime a ser feliz, tal vez, pero luego, quién me hablará de mi total alegría, ¿sólo silencio y soledad?

Una dulce melodía que no escuché desde antes del 2019 me hizo revivir momentos pasados.

Dónde descansan los recuerdos cuando el cabello es plateado y el saber inmenso.

Bebo de mi lata de cerveza, prendo un cigarrillo mentolado, al menos sé, lo peor fue hace años.

¿Me dirás te amo cuando sé qué es eso, así no vuelva a sentirlo?

Mis ojos giran sobre el tiempo, algo he visto que nadie entenderá, aún nadie halló palabras para definir lo que se siente, cuando la experiencia es singular, ¿te pasa a ti también?

Es como clavar los ojos en el sol y caer rendido entre brumas de arcoíris de donde lo que debía saberse, se revela para satisfacción del que vive y es libre.

Supongamos que te llamo, sé que no es una buena idea, ¿podría eso alejarnos en vez de unirnos más?

Porque mientras tú vas, el amor, me aparto más de las complicaciones, ¿es entendible eso?

Y si mejor nos alejamos como lo hacen todos, sólo para tener tiempos de paz, mira que la noche estrellada tiene más magia en soledad, sólo así se le aprecia mejor.

Quizá quieras saber qué se siente, descuida, lo descubrirás en su momento, es tan fácil y recurrente ello.

Lo duro es lidiar con personas que no se aman, ¿algo se puede hacer ante ello?, considero que nada y, eso es un mal presente en todas partes, ¿conduce eso a la soledad?, diré que conduce a otro tipo de soledad, esa donde está el germen del odio y el deseo que nadie sea feliz, éste es el saber único que sólo pueden entregar los infelices y, el mundo de estas personas está lleno, salvo si supieras alejarte de inmediato de quienes sólo quieren hacer daño, sin que tú les hayas dado razón alguna.

Y esto es generacional, viene la fama como la maldición de tiempos inmemoriales de los cuales, es difícil desligarse.

Tú sé sólo tú, que tarde o temprano, sabrás ser feliz con lo que tengas, si advierta, dure poco.

Mejor es esperar que lo bueno aparece fugazmente y, si no es para siempre, al menos sea disfrutado al máximo, sea así con las mejores mujeres.

Deja de buscar a las mujeres y ten paciencia, que ellas aparecerán para que tú escojas, esto es aquí y en cualquier otra parte del mundo, lo verás y sabrás que es una ley.

No dejes que los días difíciles te sepan derrotar, recuerda en esos momentos, por qué razones llegaste hasta donde has llegado, ¿supiste de los años extremos?, entonces, qué más puede derrotarte.

Entenderás quién va con quién y, qué vida tienen estos o aquellos, si sepas saber escoger tus amistades, dentro de los límites que se necesitan, para poder estar en paz.

La plenitud es un estado del ánimo donde nada hace más falta.

Conocerás la plenitud, tenlo eso por seguro.

Pero atento, las mujeres no perdonan que hayas tenido miles de ellas, mucho menos que no te enamores ni quieras tener hijos, ser sincero nunca puede ser mejor expresión cuando, en tu vida, hay evidencias de tantas muchachas que, te dieron todo, creyendo que eso era lo más valioso: un cuerpo desnudo, la entrega total en los lechos del amor, el estar convencidas que con un par de noches de placer intenso, ya se han ganado tu corazón, cuando en realidad, ya nada depende de ti, sino de la que quiera tus sentimientos, si estás dentro de la categoría de varones que como yo, cuando nos cansamos de una mujer, no damos marcha hacia atrás, ni creemos en eso de volver con una ex. Demasiado camino nos llena de soledad feliz, por decisión personal, ante lo vano que pueda ser el sexo que otorgue una sola mujer, cuando sabemos, lo mejor que ellas puedan entregar, lo tenemos a la mano con una muchacha de la vida alegre y, sin derecho a reclamo alguno.

 

Julio Mauricio Pacheco Polanco

Todos los derechos reservados

Escritor y Pensador Libre

Arequipa, Perú

09 de enero de 2025

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