EL HOMBRE SOLTERO QUE PERDIÓ LA CUENTA DE CUÁNTAS VEINTEAÑERAS FUERON SUYAS
Sinceramente,
no recuerdo a cuántas mujeres les hice el amor, debo haber pasado hace tiempo
de las 4,000 y, todas veinteañeras.
Me parece
tedioso poner en práctica, todas las poses que sé para el amor, me conformo con
hacer las que más me complacen, me da igual si ellas tienen orgasmos o no,
(regularmente tienen bastantes), pues estoy pagando por placer.
No quiero
casarme ni tener hijos y, me voy para los 54 años de edad. Sé que esto odian
las mujeres, que un cincuentón sea un hombre soltero y sin hijos, sin miedo a
la soledad o ningún deseo de tener una relación estable de pareja.
Prefiero las
noches solitarias donde bebo mi cerveza helada, fumo mis cigarrillos y, escucho
la música que más me gusta, sin tener que escuchar lamentos, quejas o, demandas
de gastos. No inventé este mundo, a tiempo, creo, me he salvado como pocos, en
estos afanes de las mujeres y la vida. Puedo dedicarme a escribir y escoger la
muchacha del día para tener intimidad.
Suelo pocas
veces repetir de muchacha, prefiero siempre la variedad, los preservativos más
seguros y, las cariñosas recomendadas sin enfermedades de transmisión sexual,
porque hasta la fecha, estoy tan sano como un padrillo para la procreación.
Mira tú que
veo a muchos de mi generación siendo abuelos y con muchas cargas familiares. Es
cierto que varios factores contribuyeron a mi estilo de vida: una juventud muy
difícil y, una vida adulta donde empecé a disfrutar del sexo sin enamorarme:
rechazo a las mujeres complicadas, mejor dicho, las rechazo a todas, por eso no
estoy casado, por eso siempre que puedo, voy por putas.
Y me va bien.
A veces, suelo
dar mis discursos en Facebook Live, otras, componer melodías en mi teclado,
pero la mayoría de noches, luego de haber estudiado, se me da por apagar las
luces, hasta quedarme perdido en medio de las penumbras, mejor dicho, me agrada
la oscuridad y la paz que me transmite.
Mira que tú
vas detrás de las que se hacen de rogar, ¿crees que mereces eso? Me canso
fácilmente de la que pretenda estar conmigo, a mí me tiene que atender bien y
estar siempre pendiente de mí, si a eso se le llame: ser bien cuidado y
protegido, si no, me voy con otra, respondiendo siempre: la culpa es tuya, no
supiste cuidarme ni protegerme, con la salvedad que no me interesa si se
acabara alguna relación y mucho menos, haya embarazado a alguna mujer, lo cual
no sucede en mí caso.
Soy pues un
hombre soltero muy precavido.
Dirás que soy
un tipo con costumbres de caballero al cual, el amor nunca afecta. Te diré que
he conocido muchachas muy guapas por las cuales estuve a punto de perder la
cabeza, pero eso es sólo por horas y, se me termina por pasar.
¿Consecuencia
de qué soy?, pues de las muchachas de mi generación que nunca supieron que
querían, salvo las banalidades o superficialidades que otorga el dinero para
algunos jóvenes, pero eso no es un punto a favor de ellos, siempre son los
primeros en casarse.
Mientras
nadie se meta conmigo, todo estará bien, de lo contrario, haré caso omiso y
seguiré mi marcha como si nada ocurriera, a mis casi 54 años, no quiero
problemas ni malos ratos.
Así testimonio,
soy el hombre que perdió la cuenta, de a cuántas muchachas le hizo el amor y,
sigue siendo, un hombre soltero.
Julio
Mauricio Pacheco Polanco
Todos los
derechos reservados
Escritor y
Pensador Libre
Arequipa,
Perú
08 de enero
de 2025
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