CUANDO RECIÉN ME ENTERO QUÉ ES SER: ONLYFANS
En la pandemia del 2020, no sólo se lavó muchos activos, además, muchas
mujeres se llenaron de dinero con el famoso “teletrabajo”, algo que nunca pude
entender, ¿cómo es que ganaron tanto dinero con ese bendito teletrabajo?
Ser normalizó ser onlyfans. Cuando una muchacha decía que no tenía
dinero, sus amigos le aconsejaba que se hiciera un “only”.
Desde menores de edad hasta las mejores muchachas, las más bellas, eran
reclutadas o, por su cuenta, en agencia de onlyfans, para dar contenidos
propios para adultos, si es que ésta fuera la nueva modalidad de prostitución
en el mundo.
Se promocionaron por todas las redes sociales existentes y, empezaron a
ganar miles de dólares, hasta millones, desde las actrices de cine más famosas,
hasta las cantantes y modelos. Nadie tendría por qué revelar el secreto, se
pagaba por verlas desnudas, se pagaba por verlas meterse juguetes sexuales,
degradarse, humillarse detrás de un monitor y, a eso, las mujeres le llamaron: “empoderamiento”
o, ser dueñas de su “cuerpa”, como así lo hicieron saber e imponer, con el
lenguaje inclusivo, si es que las feministas ahora acusan al patriarcado por
estos servicios a los que ellas vieron como la manera más fácil de ganarse la
vida, dejando de lado los estudios o el querer ser profesionales.
Hoy en día, 26 de junio de 2025, se ha hecho público a nivel global qué
significa ser “Onlyfans”, es decir, ser prostitutas desde las redes sociales.
Eso es el amor.
Miles de seguidores que pagan por verlas meterse un pepino por el orto o
la vagina, llegar a cumplir retos de hacer el amor con 100 hombres y salir a
las calles con el rostro lleno de esperma o, aceptar más retos, como el de
hacer el amor con 1,000 hombres en 24 horas.
Después dicen que no hay hombres buenos ni ninguno que valga la pena,
que todos somos iguales, pero es que la realidad es otra: las muchachas más
bellas, las inalcanzables, son prostitutas desde canales como Telegram o
tiktok, si es que se promocionen por Facebook e Instagram.
Y esto se ha normalizado o romantizado, que en palabras más claras para
mi generación: es normal que una muchacha que no tiene dinero, se haga un
onlyfans, para tener unos cientos de dólares, si así empiecen a cambiar de mentalidad
y se den cuenta, la vida fácil rinde bastante, sobre todo cuando hay lo que
ellas mismas llamaron: ”el ganado”, término que puede ser milenario, porque
cuando apareció la prostitución, no fue por dinero, sino, un trueque para
conseguir cueros para poder vestirse, en esas épocas de las cavernas cuando el
homo sapiens recién se hacía sedentario.
¿Difícil de asimilarlo? Lo dijeron con claridad desde las redes
sociales: “en fin, la hipotenusa”, que significa: “la hipocresía”. Y eso fue lo
que propuso la pandemia, no sólo el feminismo, sino, lo que las mujeres
empezaron a normalizar con su teletrabajo, con el cual, empezaron a ganar mucho
dinero.
Soy un escritor que se queja que las mujeres no le hablan hace años ni
en los chats, soy un escritor incorruptible e impoluto que ignoró todo esto. Este
escrito no es una denuncia, es algo que todo el mundo sabe a ignorancia mía,
hasta el día de hoy, a insistencia de las muchachas que pasan sus reels desde Facebook
en prendas muy diminutas, si precise, esto despertó mi suspicacia, para finalmente
investigar en YouTube y darme con la sorpresa que de ser influencers, empezaron
a monetizar o a recibir fuertes depósitos de dinero a cambio de peticiones cada
vez más degradante y humillantes.
No he escrito nada nuevo.
Reclamaron tanto las mujeres, desde las redes sociales, un Nuevo Hombre,
mientras ellas, se prostituían como onlyfans, ¿qué puedo pensar entonces de las
mujeres y discurso?, díganme estimados lectores, ¿qué puedo pensar?
Ahora recién entiendo la frase generacional: "el que se queda con ella, pierde".
Comentarios