INVIERNO DE 1988
No sabíamos de los caminos que recorreríamos
Era invierno de 1988 en el balneario
En el estéreo sonaba Sara de Starship mientras mirábamos con esperanza
al tiempo
En realidad nos sentíamos invencibles
Nada nos podría domar
Éramos más que feroces creaturas decididos a todo
Tendría todo el peso del mundo que derrotarnos antes que nos rindiéramos
Éramos demasiado buenos como para pensar en que algo llamado mundo
impidiera nuestras metas
Y ha pasado el tiempo
Y parado frente al sol
Recuerdo esos años cuando empezó todo
Cuando sin saberlo, nuestros destinos fuero llamados para ser los
diferentes
Escribiría desde entonces lo que nadie antes pudo escribir
Esos años donde el miedo no existió
Como hasta ahora, donde todo ya fue superado
Cantábamos canciones hasta cansarnos y no cesábamos
El parque y las playas eran nuestras
El horizonte nos parecía algo tan cercano
Las olas apenas musas que nos decían cosas muy bellas
Nuestros himnos resonaban con fuerza hacia todos lados
Las promesas eran robustas como el tamaño del cosmos
El alma era tan inmensa como sólo puede serlo todo
El solitario de la noche estaba preparado para el resto
Y el resto fue la totalidad
Algo no esperado
Algo vencido
Algo que remueve las vísceras hasta al más temido
¿Por qué había que quedarse a mitad de camino?
Nuestras genuinas voces escucharon los gritos que venían desde hacía centurias
o milenios, desde los orígenes
Y supimos bien eso
Hasta superar esos rituales donde sólo los más valerosos resultan
vencedores
He recordado las primeras palabras antes de desafiarlo a todo
He vuelto a hallar mi esencia
Aquí estoy
Con mi mejor bandera y mis escritos
Y mis ojos se elevan en medio de cada vez menos preguntas hacia el
infinito del cosmos
Fuertes gritos llenos de alegría llenaron las orillas del mar antes de
consagrarnos a lo inconmensurable
No supimos de las derrotas de los que fueron antes que nosotros
Tampoco tuvimos tiempo para pensar en ello
Los golpes contra la vida eran muy fuertes
Duros puños que nadie podría doblegar
Así es mi testimonio
El testimonio del escritor que venció todo sin haberse vendido
El impoluto e incorruptible
El que aún sigue en pie
Esperando su momento
En el retorno a ruedo
Para hacer lo que sé mejor hacer: dar pelea.
Comentarios